¿Quién Puede Exaltarse a Sí Mismo?

La Soberanía de Dios: Él Exalta y Abate

Ningún ser humano, venga del este, del oeste o del desierto, puede elevarse por encima de los demás. Únicamente Dios tiene el poder de juzgar y exaltar o humillar a quien Él desee. Su voluntad soberana se manifiesta en su mano, que sostiene una copa llena de vino espumoso mezclado con especias.

El Juicio de Dios: Una Copa Amarga

Dios vierte el vino de su copa sobre todos los malvados de la tierra. Es una bebida amarga que deben apurar hasta las heces. Este castigo representa el juicio divino sobre el pecado y la rebelión. Los malvados beben de la copa, sintiendo la ira y el tormento de Dios.

La Alabanza a Dios: Una Canción de Esperanza

A pesar del juicio que se cierne sobre los malvados, el salmista declara que seguirá alabando a Dios eternamente. Cantará sobre las maravillas del Dios de Jacob, quien protege y exalta a los justos.

El Triunfo de los Justos: Su Exaltación

El salmista proclama que Dios cortará los cuernos de los malvados, símbolos de su poder y arrogancia. Por el contrario, los cuernos de los justos, que representan su humildad y dependencia de Dios, serán levantados en alto. La exaltación de los justos es una promesa de esperanza y consuelo para aquellos que confían en el Señor.

Preguntas frecuentes

¿Quién tiene el control de la exaltación?

Respuesta: Dios es el único que puede exaltar o humillar a alguien.

¿Qué simboliza la copa en la mano del Señor?

Respuesta: La copa representa el juicio de Dios y el castigo para los malvados.

¿Cuál es el destino de los malvados?

Respuesta: Los malvados beberán el castigo de Dios hasta los sedimentos.

¿Cuál es el propósito de declarar las obras de Dios?

Respuesta: Declarar las obras de Dios es alabarlo y reconocer su poder.

¿Qué sucederá con los malvados y los justos?

Respuesta: Dios romperá el poder de los malvados, mientras que exaltará el poder de los justos.

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