¿Por qué el anhelo de intimidad espiritual puede parecer esquivo?
El anhelo profundo
En el corazón de cada verdadero seguidor de Jesucristo hay un profundo anhelo de más de Dios. Este deseo puede manifestarse de diferentes maneras, dependiendo de nuestras experiencias personales y creencias teológicas. Sin embargo, en esencia, anhelamos conocer realmente a Dios, con la intimidad que solo el amor puede brindar.
Este anhelo surge de la gracia inconmensurable de Dios hacia nosotros en Jesucristo (Efesios 2:8-9). Por su amor y misericordia, primero nos conoció y amó (1 Corintios 8:3; 1 Juan 4:19). Su deseo es que todos lo conozcamos, como se expresa en la profecía de Jeremías (Jeremías 31:33-34):
"Pondré mi ley en su interior, y la escribiré en su corazón. Y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Ya no enseñará cada uno a su prójimo, diciendo: 'Conoce al Señor', porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor".
El amor y la intimidad
El conocimiento que Dios anhela no es un mero conocimiento intelectual, sino el conocimiento de la intimidad relacional, el tipo de conocimiento que solo el amor profundo puede proporcionar. Para conocer verdaderamente a Dios, debemos amarlo.
El amor juega un papel vital en el conocimiento profundo de alguien. No podemos amar íntimamente a alguien que no conocemos, por lo que el conocimiento debe preceder al amor. Sin embargo, el amor profundo de la amistad íntima es la puerta a un conocimiento aún más profundo del ser amado, porque los amigos íntimos se confían y, por lo tanto, se revelan más de sí mismos.
El camino simple y difícil
El camino hacia un conocimiento más profundo de Dios es simple: amar a Jesús (Juan 14:21). Al guardar sus mandamientos, podemos abrirnos a la manifestación de Dios Padre y Dios Hijo a través del Espíritu Santo (Juan 14:23).
Sin embargo, aunque el camino puede ser simple de entender, es difícil de recorrer (Mateo 7:14). Enfrentamos desafíos internos como nuestra incredulidad o "poca fe" (Mateo 17:20), así como la influencia del pecado en nuestras vidas (Romanos 7:21-23).
El camino de crecimiento
El camino hacia un conocimiento más profundo de Dios implica perseverancia fiel a través de las dificultades y la recepción de la gracia de Dios cuando fallamos (1 Juan 1:9). Dios utiliza estos desafíos para manifestarse en nuevas dimensiones.
A través de las tribulaciones, experimentamos la victoria de Jesús sobre el mundo (Juan 16:33), la suficiencia de su gracia en nuestra debilidad (2 Corintios 12:9) y su capacidad para hacer que toda gracia abunde en nosotros, para que siempre tengamos lo suficiente en todo y abundemos en toda buena obra (2 Corintios 9:8).
El deseo persistente
Incluso aquellos que anhelan más de Dios pueden experimentar momentos de decepción. Este anhelo puede surgir de una exposición insuficiente a la Palabra de Dios y una falta de obediencia a sus preceptos (Juan 5:39-40).
También podemos tener conceptos erróneos sobre cómo se siente la intimidad con Dios, lo que lleva a expectativas poco realistas. Es importante recordar que nuestras relaciones más íntimas generalmente implican momentos intensos entremezclados con momentos ordinarios que construyen confianza y profundizan el amor.
Finalmente, nuestro anhelo puede reflejar el anhelo inconsolable de estar con nuestro Amado, Jesús. Si bien hemos llegado a conocerlo, amarlo y confiar en él, anhelamos la revelación plena y la consumación de nuestra relación en el futuro.
Esperanza y promesa
Independientemente de la causa de nuestro anhelo, el Espíritu Santo despierta en nosotros un deseo que proviene de Dios. Él anhela que realmente lo conozcamos, y algún día cumplirá su promesa de que todos lo conoceremos plenamente (Jeremías 31:34).
Mientras tanto, debemos continuar esforzándonos por conocer más profundamente al Señor (Oseas 6:3), confiando en que Él continuará revelándose a nosotros a través de su Palabra.
Preguntas Frecuentes
¿Qué es el anhelo de más de Dios?
Es un profundo deseo de conocer a Dios íntimamente, con el conocimiento que solo el amor puede proporcionar.
¿Por qué tenemos este deseo?
Porque Dios nos ha amado primero y desea que lo conozcamos verdaderamente (Efesios 2:8-9; 1 Corintios 8:3; 1 Juan 4:19).
¿Cómo podemos conocer realmente a Dios?
A través del amor, que es la puerta a un conocimiento aún más profundo y una confianza más fuerte.
¿Cuál es el camino para conocer a Dios más íntimamente?
Creer en Dios y en Jesucristo (Juan 14:1), guardar sus mandamientos y confiar en él, incluso en medio de las dificultades (Mateo 7:14; 1 Juan 1:9).
¿Por qué la palabra de Dios es importante para conocerlo?
Porque es a través de su palabra que Dios se revela a nosotros, manifestando aspectos de su carácter y su plan (Hebreos 4:12; 1 Samuel 3:21).
¿Por qué a veces sentimos que no experimentamos la intimidad con Dios que anhelamos?
Puede deberse a una falta de obediencia a su palabra, expectativas poco realistas o la comprensión de que nuestro conocimiento actual es incompleto (1 Corintios 13:12).
¿Cómo debemos responder a nuestro anhelo de más de Dios?
Reconociendo que es un deseo dado por Dios y comprometiéndonos a conocerlo mejor a través de la obediencia a su palabra y la confianza en su fidelidad (Oseas 6:3).