¡Libres del Pecado: Vivos para Cristo!
Muerte al Pecado
¿Debemos seguir pecando para que Dios nos muestre más de su gracia? ¡Claro que no! Hemos muerto al pecado, ¿cómo podemos continuar viviendo en él? Al bautizarnos en Cristo, nos unimos a él en su muerte. Fuimos crucificados con Cristo, para que el pecado perdiera su poder sobre nosotros. Ya no somos esclavos del pecado. Cuando morimos con Cristo, fuimos liberados del dominio del pecado.
Vida en Cristo
Como estamos unidos a Cristo en su muerte, también seremos resucitados a la vida como él. Nuestros viejos yo pecaminosos fueron crucificados para que el pecado ya no domine nuestras vidas. Estamos vivos para Dios a través de Cristo Jesús. Ya no debemos dejar que el pecado controle nuestra existencia ni ceder a sus deseos.
Siervos de la Justicia
La gracia de Dios nos ha liberado de la ley del pecado. Ahora vivimos bajo la libertad de la gracia de Dios. Ya no somos esclavos del pecado sino de la justicia. Debemos considerarnos muertos al pecado y vivos para Dios. Debemos ofrecer nuestros cuerpos como instrumentos de justicia para la gloria de Dios.
Libres para Servir
El pecado ya no es nuestro amo. Vivimos bajo la gracia de Dios. Podemos elegir obedecer a Dios, lo que nos lleva a una vida recta. Una vez fuimos esclavos del pecado, pero ahora somos esclavos de la justicia. Debemos entregar nuestras vidas a la rectitud para alcanzar la santidad.
El Fruto del Pecado y la Gracia
El pecado lleva a la muerte, pero el regalo gratuito de Dios es la vida eterna a través de Cristo Jesús. Ya no estamos avergonzados de nuestros actos pasados, que conducían a la condenación eterna. Ahora somos libres del pecado y vivimos para Dios. Hacemos lo que conduce a la santidad y resulta en vida eterna.
Preguntas frecuentes
¿Debemos seguir pecando para experimentar la gracia de Dios?
Respuesta: No, porque hemos muerto al pecado y ya no podemos vivir en él (v. 2).
¿Cómo nos unimos a la muerte y resurrección de Cristo?
Respuesta: A través del bautismo, nos unimos a su muerte y sepultura, y somos resucitados a una nueva vida (v. 3-5).
¿Qué sucedió con nuestro viejo ser pecaminoso?
Respuesta: Fue crucificado con Cristo, liberándonos del poder del pecado (v. 6).
¿Qué debemos hacer ahora que estamos libres del pecado?
Respuesta: Considerarnos muertos al pecado y vivos para Dios a través de Cristo (v. 11).
¿Qué debemos hacer en lugar de pecar?
Respuesta: Dar nuestros cuerpos como instrumentos de justicia para la gloria de Dios (v. 13).
¿Somos libres de pecar ahora que estamos bajo la gracia?
Respuesta: No, porque la gracia nos libera de la ley del pecado, pero nos obliga a obedecer a Dios (v. 14-16).
¿Qué debemos hacer con nuestra libertad de la esclavitud del pecado?
Respuesta: Convertirnos en esclavos de la justicia, lo que lleva a la santidad (v. 18-22).
¿Cuál es el resultado del pecado?
Respuesta: Muerte (v. 23).
¿Cuál es el regalo de Dios para nosotros?
Respuesta: Vida eterna a través de Cristo Jesús (v. 23).