La Imparcialidad de Dios y la Naturaleza Humana: Verdades que Transforman
La Imparcialidad Divina
Dios no muestra favoritismos. Juzgaremos a todos por nuestros actos, no por nuestras ventajas étnicas o religiosas. Dios no es parcial a las apariencias o circunstancias, sino a la esencia de nuestras acciones.
La Ley de Dios en Nuestros Corazones
Todos los seres humanos tenemos la ley moral de Dios grabada en nuestros corazones. Esta ley nos hace conscientes de nuestras obligaciones morales y de que no cumplirlas merece el castigo.
El Impacto de Estas Verdades
Estas verdades tienen un profundo impacto en nuestras vidas:
-
Conocimiento Propio:
Al reconocer la ley de Dios en nuestro interior, fortalecemos nuestras convicciones sobre Dios, la verdad y el bien y el mal.
-
Educación de los Hijos:
Entender a los niños como portadores de la imagen de Dios y de su ley nos motiva a criarlos con un propósito sagrado.
-
Evangelismo:
La conciencia de la ley divina en todos nos da esperanza en el evangelismo, sabiendo que existen puntos de conexión profundos.
-
Desaprobación de los Demás:
Cuando desaprobemos a alguien, recordemos que Dios ha escrito su ley en su corazón. Esto fomenta el respeto y la maravilla, incluso ante el desacuerdo.
Preguntas Frecuentes
¿Qué principio fundamental se menciona en el texto sobre Dios?
Según el texto, el principio fundamental sobre Dios es que no hay parcialidad con Él, es decir, juzga según las acciones y no según las apariencias o circunstancias.
¿Cómo es posible que Dios sea imparcial si solo dio su ley a los judíos?
El texto afirma que Dios es imparcial porque juzga a todos según la verdad que poseen, ya sea que tengan acceso a la Ley de Moisés o no. Incluso aquellos que no tienen la ley escrita en su corazón, tienen una "ley en sí mismos", demostrando su conocimiento de las obligaciones morales.
¿Qué afirma el texto sobre la naturaleza humana?
El texto enseña que todos los seres humanos tienen la ley moral de Dios escrita en sus corazones, lo que demuestra que son creados a imagen de Dios. Esta ley les permite conocer la gloria de Dios en la naturaleza y comprender sus deberes morales.
¿Cómo afectan estas dos grandes verdades a nuestras vidas?
Conocer estas verdades puede fortalecer nuestras convicciones sobre Dios, la verdad y la moralidad, dándoles solidez y estabilidad. También puede guiarnos en la crianza de nuestros hijos, reconociendo su propósito y responsabilidad dados por Dios. Además, nos da esperanza en la evangelización y nos recuerda que debemos evitar despreciar a los demás, ya que todos llevan la imagen de Dios y tienen la ley de Dios escrita en sus corazones.