¡Eleva tus oraciones, no tu ego!
La verdadera oración no busca la atención
Jesús nos advierte contra la hipocresía en la oración. Los fariseos oraban en público para ser vistos y admirados, pero sus oraciones eran vacías. En cambio, Jesús nos enseña a orar en secreto, donde solo Dios nos ve. Orar en secreto no se trata de escondernos de Dios, sino de eliminar las distracciones y enfocar nuestros corazones en Él.
Entra en lo privado
Cuando ores, busca un lugar solitario donde puedas estar a solas con Dios. Cierra la puerta y deja atrás las preocupaciones del mundo. Este acto simbólico crea un espacio sagrado donde puedes conectar con Dios íntimamente.
El Padre que ve en secreto
Nuestro Padre celestial ve y aprecia nuestras oraciones secretas. No está impresionado por las oraciones largas o elocuentes, sino por la sinceridad de nuestros corazones. Cuando oramos en secreto, le mostramos que valoramos nuestra relación con Él más que la aprobación de los demás.
Recompensa en lo abierto
Aunque nuestras oraciones secretas pueden no ser vistas por los hombres, Dios las recompensa abiertamente. Nos bendice con paz, guía y provisión. La recompensa no es un fin en sí misma, sino un testimonio del amor de Dios y su deseo de responder a nuestras oraciones.
La oración verdadera no es un espectáculo público, sino un momento íntimo de conexión con Dios. Cuando dejamos de lado la hipocresía y oramos en secreto, abrimos nuestros corazones a la gracia transformadora de Dios. Nuestro Padre, que ve en secreto, nos recompensará abiertamente, fortaleciendo nuestra fe y enriqueciendo nuestras vidas con Su presencia.
¿Cómo debemos orar?
"Pero cuando tú ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público." (Mateo 6:6)
¿Por qué no debemos orar como los hipócritas?
"Cuando ustedes oren, no sean como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles para que los vean los demás. Les aseguro que ya han recibido su recompensa." (Mateo 6:5)
¿Qué debemos hacer cuando oramos?
"Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público." (Mateo 6:6)
¿Por qué debemos orar en secreto?
"Porque cuando ustedes oren, no sean como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles para que los vean los demás. Les aseguro que ya han recibido su recompensa." (Mateo 6:5)