¿Cómo dar limosna, orar y ayunar según las enseñanzas de Jesús?
La limosna: una ofrenda secreta
Jesús enseña a dar limosna en secreto, sin buscar reconocimiento ni elogios. Al hacerlo, nuestro Padre celestial, quien observa todo, recompensará nuestras obras ocultas.
La oración: una conversación íntima
Orar no es un espectáculo público, sino una conversación íntima con Dios. Debemos retirarnos a un lugar privado, cerrar la puerta y orar directamente a nuestro Padre, quien ve nuestro corazón y nos responderá en secreto.
El ayuno: una disciplina espiritual
Ayunar es abstenerse de comida y bebida como un acto de disciplina espiritual. Debemos hacerlo en privado, sin llamar la atención sobre nosotros mismos. Al hacerlo, Dios, quien ve nuestro sacrificio, nos recompensará.
Preguntas frecuentes sobre las enseñanzas de Jesús sobre la limosna
¿Por qué no debemos anunciar nuestra generosidad?
Porque la verdadera generosidad es anónima y proviene del corazón, no del deseo de reconocimiento público (Mateo 6:2-4).
¿Por qué debemos orar en secreto?
Porque la oración es una conversación íntima con Dios, no una actuación para impresionar a los demás (Mateo 6:5-6).
¿Cómo debemos orar?
Con sencillez, humildad y confianza, enfocándonos en la voluntad de Dios y nuestras necesidades reales (Mateo 6:7-15).
¿Qué significa ayunar correctamente?
Ayunar implica apartarse de las comodidades y deleites para acercarse a Dios, sin llamar la atención sobre uno mismo (Mateo 6:16-18).
¿Por qué debemos almacenar tesoros en el cielo?
Porque los tesoros terrenales son perecederos y pueden robarse, mientras que los tesoros celestiales son eternos e incontables (Mateo 6:19-21).
¿Qué es la "luz del cuerpo"?
La "luz del cuerpo" es nuestra conciencia y comprensión espiritual. Si nuestra conciencia es clara y saludable, nuestra vida estará llena de luz y propósito (Mateo 6:22-23).
¿Podemos servir tanto a Dios como al dinero?
No, porque el amor por el dinero nos aleja de Dios y nos esclaviza a las posesiones materiales (Mateo 6:24).
¿Por qué no debemos preocuparnos por la vida?
Porque Dios provee para nuestras necesidades; debemos confiar en su cuidado y buscar primero su reino (Mateo 6:25-34).