El misterio detrás del beso de Judas
El complot contra Jesús
A lo largo de los Evangelios, los fariseos y sumos sacerdotes buscaron incansablemente la manera de eliminar a Jesús, pero sus intentos se vieron frustrados. Sin embargo, no fue un adversario externo sino un compañero íntimo y amigo de confianza quien entregó a Jesús para que lo juzgaran, lo torturaran y lo crucificaran.
El beso traidor
La noche del arresto de Jesús, Judas Iscariote, uno de los doce discípulos, traicionó a su maestro con un beso. Este acto, en el que fingió amistad para entregar al Hijo de Dios perfecto e inocente con una muestra externa de afecto, es justamente condenado como uno de los actos de traición más despreciables de la historia humana.
Las motivaciones de Judas
La razón por la que Judas se volvió contra su amigo y maestro no se revela completamente en las Escrituras. Sin embargo, en algún momento, perdió la fe en Jesús y se desilusionó y amargó, resintiendo a Jesús por no cumplir sus deseos materiales o expectativas.
El papel del beso
En el Jardín de Getsemaní, Judas identificó a Jesús para los soldados con un beso. Esta acción, que culturalmente representaba amor y afecto, fue utilizada por Judas para pervertir su significado y perpetrar su traición hipócrita.
La tragedia de Judas
La tragedia de Judas Iscariote confirma la realidad eterna de que estar cerca de las enseñanzas y milagros de Jesús no es suficiente para cambiar el corazón o asegurar la salvación. Judas rechazó la gracia ofrecida durante más de tres años y desperdició la oportunidad de heredar el reino de los cielos. Al fingir amor externo en lugar de abrazar a Cristo de adentro hacia afuera, selló su corazón para la condenación con un beso final.
¿Por qué Judas tuvo que identificar a Jesús?
Porque muchos soldados y guardias que acompañaron a Judas al Jardín de Getsemaní probablemente no habían visto a Jesús en persona, y necesitaban confirmación de alguien que lo conociera bien.
¿Por qué Judas besó a Jesús?
Para identificar a Jesús ante los soldados, Judas eligió el beso, un gesto que típicamente simbolizaba amor, afecto y respeto, pero que Judas pervirtió para traicionar a Jesús de la manera más hipócrita.