Defiende la fe: Un llamado para cada creyente

La fe encomendada a los santos

La carta de Judas comienza resaltando la seguridad del creyente en el amor y la protección de Dios (versículos 1 y 24). Sin embargo, en el versículo 3, Judas expresa su preocupación y nos llama a defender la fe que fue "transmitida una vez para siempre a los santos".

Esta fe no es un conjunto de ideas, sino verdades fundamentales sobre Dios, Cristo, el hombre y la iglesia. Fue revelada por Dios a los apóstoles y enseñada a las iglesias como "todo el consejo de Dios" (Hechos 20:27).

La fe que vale la pena defender

Judas enfatiza la importancia de defender esta fe porque está en juego nuestra salvación (versículo 3). Cuando la verdad se pierde, la salvación se pierde.

La fe amenazada desde dentro

Judas advierte que la fe será amenazada repetidamente desde dentro de la iglesia (versículo 4). Algunos falsos maestros pervertirán la gracia de Dios y negarán el señorío de Jesucristo.

El deber de cada creyente

Defender la fe no es solo responsabilidad de los ministros ordenados, sino de cada creyente genuino (versículo 1). Judas nos insta a prepararnos edificándonos en nuestra fe, orando en el Espíritu Santo y manteniéndonos en el amor de Dios (versículos 20-21).

Debemos estar listos para convencer a los que dudan, rescatar a los que están en peligro y mostrar misericordia a los que han caído, odiando sus pecados pero amándolos como hermanos (versículos 22-23).

Defender la fe es un llamado para cada creyente. Debemos estar informados, preparados y dispuestos a enfrentar las amenazas, tanto internas como externas, que puedan poner en peligro nuestra fe y nuestra salvación. Al hacerlo, testificamos del poder y la verdad del evangelio, preservando la fe transmitida una vez para siempre a los santos.

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¿Qué es la fe y por qué es importante?

La fe es el conjunto de verdades esenciales sobre Dios, Cristo, el hombre, la iglesia y el mundo que fueron reveladas por Dios a sus apóstoles y entregadas a la iglesia. Esta fe es crucial porque determina nuestra relación con Dios y nuestro destino eterno.

¿Por qué debemos contender por la fe?

La fe es valiosa y digna de ser defendida porque es la base de nuestra salvación y la verdad que nos diferencia de las falsas enseñanzas.

¿Quién debe contender por la fe?

Todo verdadero creyente tiene la responsabilidad de defender la fe, tanto en su vida personal como colectiva. No es solo tarea de los líderes de la iglesia.

¿Cómo podemos contender por la fe?

Podemos contender por la fe estudiando y creciendo en nuestra comprensión de ella, orando en el Espíritu Santo, viviendo en el amor de Dios y buscando convencer y rescatar a aquellos que dudan o se han desviado.

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