¿Cómo estamos siendo salvados ahora?
La Salvación en el Pasado, Presente y Futuro
La Biblia nos dice que los cristianos hemos sido salvados en el pasado, seremos salvados en el futuro y estamos siendo salvados ahora. En este artículo, nos centraremos en la salvación presente, basada en la pregunta de una oyente llamada Jessica.
La Salvación Presente
Jessica se refirió a 1 Corintios 1:18, donde la palabra "salvados" se traduce como "siendo salvados" en muchas versiones. Esto ha llevado a diferentes interpretaciones sobre el significado de la salvación presente.
Algunos maestros explican que la salvación presente se refiere a:
- Ser salvados eternamente del juicio por nuestros pecados, ya que Jesús pagó todo en la cruz (pasado)
- Ser salvados de comportarnos pecaminosamente al caminar en el Espíritu (presente)
- Ser salvados de un mundo lleno de pecado después de nuestra vida en la tierra, cuando recibamos cuerpos glorificados (futuro)
Si bien la iglesia generalmente se enfoca en la salvación pasada, la salvación presente también es crucial para nuestra comprensión de la obra de Dios en nuestras vidas.
La Santificación a través del Espíritu
El versículo clave que nos ayuda a comprender la salvación presente es 2 Tesalonicenses 2:13: "Dios os ha elegido como primicias para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad".
Aquí, vemos que Dios nos salva a través de la santificación por el Espíritu. Esto significa que Dios está trabajando en nuestras vidas para hacernos más santos. Esta santificación es necesaria para nuestra salvación porque:
- Es el medio por el cual llegamos a la salvación final (2 Tesalonicenses 2:13)
- Es esencial para ver al Señor (Hebreos 12:14)
- Nos ayuda a evitar caer (2 Pedro 1:10)
Cómo Dios nos Salva ahora
Dios nos salva ahora de dos maneras:
- Reteniendo el pecado: Dios nos protege de patrones de pecado que podrían destruir nuestras almas (1 Corintios 10:13; Judas 24)
- Guiándonos a la justicia: Dios nos ayuda a caminar en caminos de justicia y a hacer lo que le agrada (Hebreos 13:21)
El Papel de la Palabra de Dios
Dios usa la Palabra de Dios, el evangelio, para salvarnos en el presente. Jesús oró: "Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad" (Juan 17:17). Pablo enfatizó que somos salvados "si permanecéis firmes en la palabra que os he predicado" (1 Corintios 15:1-2).
Recibir y abrazar la Palabra de Dios diariamente nos ayuda a romper el poder del pecado y caminar en libertad de santidad. Santiago escribe: "Recibid con mansedumbre la palabra implantada, que puede salvar vuestras almas" (Santiago 1:21).
La Seguridad de la Salvación Presente
Al igual que nuestra salvación pasada, nuestra salvación presente es segura. Pablo escribió: "Ahora, que el Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual también lo hará" (1 Tesalonicenses 5:23-24).
Por lo tanto, podemos confiar en que Dios completará su obra de salvación en nuestras vidas, haciéndonos santos y guardándonos para su gloria.
Preguntas frecuentes
¿Qué significa "estar siendo salvados"?
"Estar siendo salvados" se refiere al proceso continuo de santificación que Dios realiza en los creyentes para prepararlos para la salvación final del juicio y la transformación de sus cuerpos.
¿Cómo nos salva Dios ahora?
Dios nos salva ahora a través de la santificación, que implica:
- Evitarnos caer en patrones destructivos de pecado
- Guiarnos hacia el camino de la justicia
¿Cómo se lleva a cabo la santificación?
Dios lleva a cabo la santificación a través de la Palabra de Dios (el evangelio). Al abrazar y confiar en el evangelio, recibimos la fuerza para romper el poder del pecado y vivir en libertad y santidad.
¿Es la salvación presente tan segura como la salvación pasada?
Sí, la salvación presente es tan segura como la salvación pasada porque la salvación pasada garantiza la salvación presente. Dios, que no perdonó a su propio Hijo, seguramente nos dará todo lo necesario para completar nuestro viaje de salvación.