¿Cómo crecer en la fe y vivir una vida agradable a Dios?
Desechando la maldad y buscando la santidad
Para crecer espiritualmente, es esencial desprendernos de todo comportamiento impío, incluido el engaño, la hipocresía, la envidia y las palabras duras. Como bebés recién nacidos, debemos anhelar la "leche pura" de la Palabra de Dios, nutriéndonos de ella para madurar en nuestra salvación. Al experimentar la bondad del Señor, debemos clamar por este alimento espiritual.
Cristo, la piedra angular de nuestra fe
Acerquémonos a Cristo, la piedra angular viviente del templo de Dios. Rechazado por los hombres, fue exaltado por Dios como el fundamento de nuestra esperanza. Nosotros, como piedras vivas, somos edificados por Dios en su templo espiritual. Somos sacerdotes santos, ofreciendo sacrificios espirituales agradables a Dios a través de Jesucristo.
Un pueblo escogido por Dios
No somos como el mundo. Somos un pueblo elegido, un sacerdocio real, una nación santa y posesión peculiar de Dios. Podemos proclamar las virtudes de Dios porque nos ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. Una vez éramos un pueblo sin identidad, pero ahora somos el pueblo de Dios, recibiendo su misericordia.
Viviendo como siervos de Dios
Aunque somos extranjeros y peregrinos en este mundo, debemos resistir los deseos carnales que luchan contra nuestras almas. Conduciéndonos honorablemente entre los incrédulos, silenciaremos sus calumnias y glorificaremos a Dios en el día del juicio.
Sometimiento a la autoridad
Por amor a Dios, sometámonos a toda autoridad humana, desde el rey hasta sus funcionarios. Dios quiere que nuestras vidas ejemplares refuten las acusaciones ignorantes de los necios. Aunque somos libres, somos esclavos de Dios, usando nuestra libertad para el bien, no para el mal.
El ejemplo de Cristo en el sufrimiento
Como siervos, soportemos a nuestros amos con respeto, incluso cuando sean crueles. Dios se complace en nuestra paciencia cuando sufrimos injustamente. Sin embargo, no buscamos mérito en el maltrato, sino en el sufrimiento por hacer el bien. Cristo nos dejó un ejemplo, sufriendo por nosotros sin pecado ni engaño. Dejó su causa en manos de Dios, quien juzga justamente.
Sanados por las heridas de Cristo
Cristo llevó nuestros pecados en su cuerpo, muriendo en la cruz para que pudiéramos morir al pecado y vivir para la justicia. Sus heridas nos sanan. Éramos como ovejas descarriadas, pero hemos vuelto a nuestro Pastor y Guardián de nuestras almas.
Preguntas Frecuentes sobre 1 Pedro 2
¿Cuál es la voluntad de Dios para los cristianos?
Abstenerse de todo mal, hipocresía, celos y palabras malvadas, y anhelar la leche espiritual pura para crecer en la salvación. (versículos 1-3)
¿Quiénes son los cristianos y cuál es su misión en la tierra?
Son "piedras vivas" que Dios está edificando en su templo espiritual, sacerdotes santos que ofrecen sacrificios espirituales agradables a Dios. (versículos 4-6)
¿Por qué los cristianos son elegidos y cuál es su identidad?
Son un pueblo elegido, sacerdotes reales, una nación santa, posesión particular de Dios. Su propósito es mostrar las virtudes de Dios, ya que han sido llamados de las tinieblas a su luz maravillosa. (versículo 9)
¿Cómo deben vivir los cristianos en el mundo?
Como "extranjeros y peregrinos", abstenerse de los deseos carnales, vivir honorablemente, someterse a la autoridad humana por el Señor, respetar a todos, amar a los creyentes y temer a Dios. (versículos 11-17)
¿Cómo deben los cristianos responder al sufrimiento?
Con paciencia y sumisión, siguiendo el ejemplo de Cristo, quien sufrió injustamente por el bien de los demás. (versículos 18-24)
¿Qué esperanza tienen los cristianos después de la muerte?
Que su Pastor, el Guardián de sus almas, los ha guiado de regreso a él. (versículo 25)
