¡Celebremos y demos gracias al Señor! Su bondad y amor inagotable nos acompañan siempre. Que Israel, los sacerdotes y todos los que reverencian su nombre canten a viva voz: “¡Su amor es eterno!”. Ante la adversidad, clamamos a Dios y él respondió, librándonos de todo temor. El Señor es nuestro aliado, ¿qué pueden hacer los mortales contra nosotros?
La victoria del Señor
Confiar en el Señor es nuestra mejor protección. Rodeados de enemigos, los derrotamos con su poder. Como abejas que nos asedian, ardieron contra nosotros, pero los vencimos gracias al Señor. Él es nuestra fortaleza, nuestro canto de victoria.
El gozo de los justos
En el campamento de los justos, resuenan cánticos de alegría y triunfo. El brazo poderoso del Señor ha obrado maravillas. No moriremos, viviremos para narrar sus proezas. Aunque castigados, Dios nos liberó de la muerte.
La entrada al santuario
Abran las puertas de la rectitud, entraremos para agradecer al Señor. Este es el camino que conduce a su presencia, donde los justos encuentran su hogar. Gracias, Señor, por responder nuestras oraciones y concedernos la victoria.
La piedra angular y el día del Señor
La piedra que los constructores rechazaron se ha convertido en la piedra angular. Es el plan de Dios, un prodigio ante nuestros ojos. Este es el día que el Señor ha hecho, regocijémonos en él. Clamemos por su salvación y prosperidad. Bendito el que viene en nombre del Señor, lo bendecimos desde su templo.
El Señor es nuestro Dios, la luz que brilla sobre nosotros. Llevemos nuestro sacrificio y atémoslo al altar con cuerdas. Tú eres nuestro Dios, te alabaremos y te exaltaremos. ¡Demos gracias al Señor, pues su amor es eterno!
Preguntas frecuentes
¿Por qué debemos agradecer al Señor?
Porque Él es bueno y Su amor fiel perdura para siempre. (v. 1)
¿Quién debe declarar el amor fiel del Señor?
Todo Israel, los sacerdotes y todos los que temen al Señor. (vv. 2-4)
¿Qué debemos hacer en tiempos de angustia?
Orar al Señor, quien responderá y nos liberará. (v. 5)
¿Quién es nuestro apoyo y ayuda?
El Señor es nuestro apoyo y ayuda. (v. 6)
¿En quién debemos confiar?
En el Señor, no en el hombre. (vv. 8-9)
¿Cómo debemos enfrentarnos a nuestros enemigos?
Confiando en el poder del Señor, quien nos da la victoria. (vv. 10-12)
¿Quién nos protege de nuestros enemigos?
El Señor nos rescata y nos protege de nuestros enemigos. (v. 13)
¿Qué debemos hacer cuando el Señor nos ha dado la victoria?
Agradecerle y regocijarnos en Él. (vv. 14-15)
¿Cuál es la piedra que los constructores rechazaron?
Es Jesucristo, quien se ha convertido en la piedra angular. (v. 22)
¿Qué debemos pedirle al Señor?
Salvación y éxito. (v. 25)
¿Cómo podemos expresar nuestra gratitud al Señor?
Alabándole, exaltándolo y ofreciendo sacrificios. (vv. 28-29)
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