¿Qué podemos aprender del sermón de un gran predicador que reprendió a los feligreses somnolientos?
El despertar y los asuntos mundanos
Durante la primera fase del Gran Despertar, Jonathan Edwards, pastor de Northampton, Massachusetts, predicó cinco sermones fundamentales que despertaron un gran fervor entre los feligreses. Sin embargo, también estaba dispuesto a abordar asuntos prácticos y aparentemente triviales en sus prédicas.
Un ejemplo notable es un sermón en el que Edwards exhortó a los creyentes a despertar a quienes dormían a su lado en la iglesia. Les pidió que no se ofendieran por esta admonición, ya que era esencial para mantener el poder y la presencia de Dios en la reunión.
De lo trascendente a lo cotidiano
Esta disposición a abordar asuntos prácticos es una lección para los pastores que desean mantener un espíritu de alegría profunda en la predicación centrada en Dios y, al mismo tiempo, abordar comportamientos específicos de sus feligreses.
Las Escrituras respaldan este enfoque. Pablo aconsejó a Timoteo que usara un poco de vino para su salud estomacal y le pidió que le trajera su capa. También exhortó a dos amigas a dejar de discutir, reconociendo que sus nombres estaban escritos en el libro de la vida.
Cómo ser específico
Los pastores pueden aplicar este enfoque de manera eficaz siguiendo algunas pautas:
- Excepcionalidad: Las exhortaciones específicas deben ser excepcionales, no habituales. La aplicación constante es esencial, pero las acciones concretas deben reservarse para momentos específicos.
- Tono general: El tono general de la predicación debe ser alegre, magnífico y centrado en Dios. Incluso cuando se abordan asuntos prácticos, el espíritu dominante debe ser la grandeza de Dios y el triunfo de Cristo.
- Ascensión: Cuando se aborden comportamientos específicos, no se limite a descender a ese nivel, sino ascienda con él a la presencia de Dios. Demostrar que incluso los asuntos prácticos están bajo la influencia de Dios.
Una vocación desafiante
La vida cristiana es profundamente práctica, y los pastores tienen la difícil tarea de transmitir la grandeza de Dios y abordar las necesidades prácticas de los feligreses. Siguiendo el ejemplo de Edwards y Pablo, los pastores pueden discernir cuándo es apropiado ser específico en sus exhortaciones y mantener un espíritu de alegría y reverencia en sus prédicas.
Preguntas Frecuentes
¿Qué podemos aprender de la forma en que un gran predicador amonestaba a los santos somnolientos en la iglesia?
- Los pastores pueden mantener un espíritu constante de gozo serio en la predicación centrada en Dios, al mismo tiempo que abordan comportamientos específicos de su congregación.
- Edwards descendía a asuntos prácticos en su predicación, incluso pidiendo a los feligreses que despertaran a los que se dormían en la iglesia.
¿Por qué Edwards hacía esto, a pesar de ser conocido por sus sermones doctrinales?
- Para preservar la presencia y el poder de Dios durante el avivamiento.
- Para enfatizar que la adoración no es un asunto trivial, sino una presencia real y seria de Dios.
¿Cuáles son las sugerencias para que los pastores aborden comportamientos específicos en la predicación?
- Hacerlo excepcionalmente, no regularmente.
- Mantener un tono general alegre y centrado en Dios.
- Ascender el comportamiento específico al ámbito de la gloria de Dios.
¿Qué aprendemos de las Escrituras sobre abordar asuntos prácticos en la predicación?
- Pablo abordó cuestiones específicas como el uso de vino y el cuidado de la ropa.
- Incluso en la adoración, Dios se preocupa por las acciones prácticas de su pueblo.
¿Por qué es difícil para los pastores abordar las practicidades diarias en la predicación?
- El desafío de equilibrar la grandeza de Dios con las preocupaciones prácticas.
- La necesidad de discernimiento para abordar estos asuntos de manera que no parezcan mundanos o triviales.