Vida en el Espíritu: Liberación y Victoria

Liberados de la Condena

El Espíritu Santo trae liberación de la condena para aquellos que confían en Cristo Jesús. La ley del Espíritu nos ha liberado de la ley del pecado y la muerte. Dios envió a su Hijo en semejanza de carne pecaminosa para condenar el pecado en la carne, cumpliendo así el justo requerimiento de la ley en nosotros.

Mentalidad Espiritual

Los que viven según la carne se centran en las cosas terrenales, mientras que los que viven según el Espíritu se centran en las cosas espirituales. La mentalidad carnal es enemistad contra Dios, pero la mentalidad espiritual es vida y paz.

Habitación del Espíritu Santo

Si el Espíritu de Dios habita en nosotros, no estamos en la carne sino en el Espíritu. El cuerpo está muerto debido al pecado, pero el Espíritu da vida por la justicia. El Espíritu Santo resucitará nuestros cuerpos mortales y nos dará vida eterna.

Hijos de Dios

Los guiados por el Espíritu Santo son hijos de Dios. Hemos recibido el Espíritu de adopción, por el cual clamamos: "¡Abba, Padre!". El Espíritu mismo da testimonio de que somos hijos de Dios, y como tales, somos herederos de Dios y coherederos con Cristo.

Sufrimiento y Gloria

Los sufrimientos de esta vida no se comparan con la gloria que se revelará en nosotros. La creación misma espera ansiosamente la revelación de los hijos de Dios. Gemaremos junto con toda la creación hasta que seamos adoptados y nuestros cuerpos sean redimidos.

Victoria a través del Espíritu

El Espíritu Santo ayuda en nuestras debilidades e intercede por nosotros con gemidos indecibles. Dios conoce los pensamientos del Espíritu y obra según su voluntad. Sabemos que todas las cosas obran para bien para los que aman a Dios.

Más que Vencedores

Aquellos que están en Cristo son más que vencedores. Ninguna tribulación, persecución o circunstancia puede separarnos del amor de Cristo. Dios nos justifica y aboga por nosotros. Estamos sellados con el Espíritu Santo y asegurados del amor incondicional de Dios.

Preguntas Frecuentes sobre la Vida en el Espíritu

H3. ¿Qué significa estar libre de condenación?
R. Los que siguen a Cristo y viven según el Espíritu están libres de la condenación por sus pecados (v. 1).

H3. ¿Cómo nos libera Dios de la ley del pecado?
R. Dios envió a su Hijo Jesús para condenar el pecado en la carne y cumplir los requisitos justos de la ley en aquellos que viven según el Espíritu (v. 3-4).

H3. ¿Cuáles son las consecuencias de vivir según la carne y el Espíritu?
R. Quienes viven según la carne se enfocan en las cosas terrenales y enfrentan la muerte, mientras que quienes viven según el Espíritu se enfocan en las cosas espirituales y experimentan vida y paz (v. 5-6).

H3. ¿Cómo podemos saber si tenemos el Espíritu de Dios?
R. El Espíritu Santo mora en los que creen en Cristo, y da testimonio con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios (v. 9, 16).

H3. ¿Qué esperanza tenemos como hijos de Dios?
R. Tenemos la esperanza de la resurrección y de ser glorificados con Cristo (v. 17-18).

H3. ¿Cómo nos ayuda el Espíritu Santo en nuestras debilidades?
R. El Espíritu Santo intercede por nosotros en oración cuando no sabemos cómo orar (v. 26-27).

H3. ¿Por qué podemos estar seguros de que todo obra para nuestro bien?
R. Dios predestina a los que ama para que sean conformes a la imagen de su Hijo, y todas las cosas trabajan juntas para su propósito (v. 28-29).

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H3. ¿Qué garantías tenemos de que nada puede separarnos del amor de Dios?
R. Cristo murió y resucitó por nosotros, intercediendo por nosotros, y ni la vida, la muerte ni ninguna otra creación puede separarnos de su amor (v. 31-39).

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