¡Valor para defender la verdad!
La certeza de la revelación
En un mundo donde abundan las mentiras y la confusión, Jesús nos desafía a ser valientes y hablar la verdad abiertamente. Nos asegura que nada permanecerá oculto y que la rectitud triunfará al final.
Protección divina
No debemos temer a quienes nos amenazan o persiguen. Jesús declara que aquellos que intentan destruir nuestro cuerpo no pueden tocar nuestras almas. Nuestro valor en los ojos de Dios es tan grande que Él cuida incluso de los detalles más pequeños, como los cabellos de nuestra cabeza.
La voluntad de Dios
Ningún daño nos ocurrirá sin la voluntad de nuestro Padre celestial. Él supervisa todo lo que experimentamos y garantiza que nada exceda sus bondadosos propósitos. Por lo tanto, podemos confiar en que su protección nos acompaña incluso en los momentos más difíciles.
Confianza en la verdad
Hablar la verdad puede ser impopular y peligroso, pero debemos resistir la tentación de callar. Jesús nos ordena proclamar claramente sus enseñanzas, tanto en privado como en público. Al hacerlo, nos unimos a Él y nos convertimos en parte de su familia.
Superando el miedo
El valor en la causa de la verdad no es simplemente una ausencia de miedo, sino una fuerza que se opone a él. No podemos permitir que el temor nos paralice o nos silencie. Debemos confiar en la protección de Dios, la certeza de la revelación y el poder de la verdad.
Entonces, resistamos la presión de conformarnos y mantengámonos firmes en la verdad. Hablamos con claridad y valentía, sabiendo que Dios está con nosotros y que la verdad prevalecerá al final. ¡Que nuestro valor inspire a otros a hacer lo mismo y que la luz de la verdad brille en la oscuridad!
Preguntas frecuentes
¿Por qué es importante tener coraje para hablar la verdad?
Porque la verdad es perseguida y es un signo de pertenencia a Cristo.
¿Por qué no debemos temer a quienes nos persiguen?
Porque Dios revelará la verdad y vindicará a quienes la hablan, además de que no pueden dañar nuestra alma.
¿Qué debemos temer?
La pérdida de nuestra alma debido al silencio y la búsqueda de la aprobación humana.
¿Cómo podemos superar el miedo?
Recordando que Dios está atento a nosotros, que somos valiosos para Él y que no permitirá ningún daño sin Su voluntad.