¡Valientes guerreros de Gedeón, derrotando a los madianitas!

Los elegidos de Jehová

En la batalla de Harod, Gedeón, conocido como Jerobaal, lideró a un ejército de 32.000 hombres contra la abrumadora fuerza de los madianitas. Pero Jehová, el Dios de Israel, sabía que la victoria no dependía del número, sino de la fe y la obediencia.

Ante el asombro de Gedeón, Jehová le ordenó reducir su ejército a solo 300 hombres, los que no se asustaran ante el enemigo. Aquellos que lamieron el agua con la lengua como un perro, demostrando un espíritu humilde y vigilante, fueron los elegidos para esta misión crucial.

El sueño profético

Mientras Gedeón espiaba el campamento enemigo, escuchó a un madianita contar un sueño inquietante. Un pan de cebada rodó hacia su campamento, golpeando una tienda hasta derribarla. Los compañeros del soñador interpretaron esto como una señal de la derrota inminente de los madianitas ante la espada de Gedeón.

Estrategia de guerra

Inspirado por el sueño, Gedeón ideó una astuta estrategia. Dividió a sus 300 hombres en tres compañías y les ordenó que llevaran trompetas, cántaros vacíos y antorchas ocultas dentro.

Al llegar al campamento madianita a mitad de la noche, los hombres de Gedeón hicieron sonar sus trompetas, rompieron los cántaros y agitaron sus antorchas. El ruido y la confusión sembraron el pánico entre los madianitas.

El triunfo de la fe

A medida que los madianitas se atacaban entre sí en la oscuridad, el ejército israelita se mantuvo firme. La espada del Señor, guiada por la fe inquebrantable de Gedeón y sus hombres, había logrado una victoria milagrosa.

Los madianitas huyeron en todas direcciones, perseguidos por los valientes guerreros de Gedeón. El Dios de Israel había demostrado una vez más su poder para librar a su pueblo de sus enemigos, no por su propio poder, sino por su fe y obediencia.

¿Cómo eligió Dios a los 300 hombres?

Los 300 hombres fueron elegidos según su forma de beber agua. Aquellos que lamieron con la lengua como un perro fueron elegidos, mientras que los que se arrodillaron para beber fueron enviados a casa.

¿Cuál fue el sueño que escuchó Gedeón y que le dio confianza?

Gedeón escuchó a un hombre contarle a su compañero un sueño sobre un pan de cebada que rodaba por el campamento madianita y lo derribaba. Este sueño fue interpretado como una señal de que Dios había entregado a Madián en manos de Gedeón.

¿Cómo derrotó Gedeón a los madianitas?

Gedeón dividió a sus 300 hombres en tres compañías y les dio a cada uno una trompeta, una jarra vacía y una antorcha dentro de la jarra. Luego ordenó a sus hombres que hicieran lo mismo que él: romper las jarras, tocar las trompetas y gritar: "¡La espada del SEÑOR y de Gedeón!" La confusión causada por este ataque sorpresa hizo que los madianitas se volvieran unos contra otros y huyeran.

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