Tu vocación es tu ministerio
El llamado divino
Nuestro llamado como cristianos va más allá de nuestra profesión. Dios nos ha convocado a vivir en comunión con Jesucristo, lo cual transforma nuestra perspectiva sobre todo, incluido nuestro trabajo.
El principio de permanencia
El apóstol Pablo enseñó que debemos permanecer en el estado en el que fuimos llamados a la fe. Esto no significa que no podamos cambiar de posición laboral, sino que debemos priorizar el cumplimiento de los mandamientos de Dios y la comunión con él.
Aplicaciones prácticas
Perseverancia en nuestro trabajo actual
Dios valora más cómo hacemos nuestro trabajo presente que si conseguimos uno nuevo. Debemos enfocarnos en disfrutar de su presencia y obedecer sus mandatos en nuestras tareas diarias.
No a la ambición desmedida
El principio de permanencia nos libera de la presión del éxito mundano. Debemos canalizar nuestra ambición hacia el crecimiento espiritual y el servicio a Dios.
El trabajo como asignación divina
Creer que Dios nos ha asignado nuestro trabajo nos permite verlo como un ministerio. Es nuestra responsabilidad cumplir con los requerimientos de nuestro puesto, honrando a Dios y siendo fieles a su voluntad.
Oración por guía y gracia
Comencemos cada día de trabajo con una oración, pidiendo a Dios que nos sostenga en su presencia, nos anime y nos humille cuando sea necesario. Que nos conceda la gracia para obedecer sus mandatos, que se resumen en amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Preguntas frecuentes
¿Cuál es el punto principal del mensaje?
El punto principal es que la forma en que cumplimos las demandas de nuestro trabajo es una parte esencial del discipulado cristiano y que debemos obedecer los mandamientos de Dios en todas nuestras relaciones laborales.
¿Qué significa "permanecer en el llamado en el que fuiste llamado"?
Significa permanecer en el estado en el que estabas cuando te convertiste a Cristo y fuiste llamado a la comunión con él.
¿Se aplica este principio a todos los aspectos de la vida?
No, no se aplica a todos los aspectos de la vida. No prohíbe los cambios de trabajo o las adaptaciones culturales que no comprometen la obediencia a los mandamientos de Dios.
¿Por qué es tan importante permanecer cerca de Dios en nuestro trabajo?
Porque es en su presencia que encontramos aliento y humildad, y es a través de su gracia que podemos obedecer sus mandamientos y cumplir nuestro llamado.
¿Es nuestro trabajo un ministerio asignado por Dios?
Sí, nuestro trabajo es un ministerio asignado por Dios, incluso si lo obtuvimos a través de medios poco éticos. Es una oportunidad para obedecer los mandamientos de Dios y amar a nuestro prójimo.
