Tu Hogar, un Regalo Divino
El Propósito de Tu Vivienda
El lugar donde resides no es una casualidad, sino una elección deliberada de Dios. Cada detalle de tu hogar, desde su ubicación hasta su distribución, ha sido orquestado por su mano soberana. Tu casa es una invitación a buscarlo y una misión para ayudar a otros a hacer lo mismo.
Cinco Sueños para Tu Hogar
Como creyentes en Jesús, podemos convertir nuestros hogares en puestos de avanzada para el ministerio, guiados por los siguientes sueños:
1. Cimentado en Cristo
Construye tu hogar sobre las enseñanzas de Jesucristo, el fundamento inconmovible sobre el cual resistirás las tormentas de la vida. Evita los cimientos endebles de la comodidad y la seguridad, enfocándote en la palabra de Dios como guía y apoyo.
2. Desapego
Reconoce que tu hogar es temporal y que Dios puede retirarlo en cualquier momento. Aprende a disfrutar tu hogar sin apegarte demasiado a él. Recuerda que tu verdadera casa está en el cielo.
3. Un Refugio para Otros
Comparte tu hogar con quienes lo necesiten, no solo físicamente, sino también emocional y espiritualmente. Sirve a las necesidades de los demás con hospitalidad y generosidad sincera.
4. Priorizando a la Familia Verdadera
Da prioridad a los compañeros creyentes sobre tu familia biológica. Crea un ambiente donde los seguidores de Jesús puedan reunirse, crecer y apoyarse mutuamente.
5. Recuerda Tu Hogar Eterno
Mientras disfrutas de tu hogar terrenal, no olvides que tu verdadera casa está con Dios en el cielo. Vive con la esperanza de ese hogar eterno, preparando tu corazón y tu familia para la morada celestial.
¿Por qué Dios me ha asignado esta casa?
Dios ha elegido deliberadamente el lugar donde vives para que busques y encuentres a Dios.
¿Cuál es el propósito de mi hogar?
Tu hogar es una invitación de Dios para buscarlo y una comisión para ayudar a otros a buscarlo.
¿Cómo puedo convertir mi hogar en un puesto de avanzada para el ministerio?
- Construye tu hogar sobre Cristo como fundamento sólido.
- Mantén una actitud de desapego hacia tu hogar.
- Invita a otros a tu hogar y sirve a sus necesidades.
- Prioriza a tu verdadera familia de creyentes.
- Recuerda que tu hogar terrenal es temporal y que tu hogar verdadero está en el cielo.