¡Tu felicidad es fundamental para Dios!
El anhelo intrínseco de felicidad
El gran pensador francés Blaise Pascal afirmaba con contundencia: "Todos los hombres buscan la felicidad". Esta búsqueda es universal, un impulso inherente que guía nuestras acciones, incluso las más extremas. Ya sea en la guerra o en la paz, en el suicidio o en la pereza, en el trabajo incansable o en el placer desenfrenado, el anhelo de felicidad está siempre presente en el corazón humano.
Dios, el origen de la alegría
Curiosamente, las Escrituras no descartan este anhelo, sino que lo respaldan. Dios nos ha creado con la capacidad de experimentar placer y alegría, y nos invita a buscarlo en Él. Versículos como "Deléitate en el Señor, y él te dará los deseos de tu corazón" (Salmo 37:4) y "En tu presencia hay plenitud de gozo; a tu diestra hay delicias para siempre" (Salmo 16:11) revelan la intención divina de que experimentemos felicidad.
El placer como indicador
El placer que experimentamos actua como un indicador de lo que realmente valoramos y amamos. Lo que nos da placer es un reflejo de nuestro tesoro, el objeto de nuestro afecto más profundo. "Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón" (Mateo 6:21).
El papel crucial de la felicidad en la fe
Por lo tanto, la felicidad no es un asunto trivial para Dios. Es una medida del valor que le damos. Cuanto mayor sea nuestra alegría en Dios, mayor será nuestro amor por Él y, por lo tanto, mayor será la gloria que le damos.
En la vida cristiana, la lucha por la fe es también una lucha por el deleite. Es una búsqueda constante de las promesas de felicidad de Dios en medio de las falsas promesas del mundo, nuestra naturaleza pecaminosa y el engaño del enemigo.
El hedonismo cristiano: una verdad reveladora
El "hedonismo cristiano" reconoce que la búsqueda de la gloria de Dios y nuestro anhelo de felicidad están entrelazados. Como afirma John Piper, "Dios es más glorificado en ti cuando estás más satisfecho en Él". Esta verdad es tanto maravillosa como devastadora.
La felicidad como un desafío
La maravilla radica en saber que Dios desea nuestra felicidad eterna. La devastación proviene de reconocer lo lejos que estamos de encontrar nuestra satisfacción en Él. Si te sientes desanimado por esto, recuerda que hay esperanza. Dios nos ha dado armas para luchar por el gozo verdadero.
¡Busca tu mayor deleite!
No te conformes con alegrías superficiales. Aspira a ser un "hedonista cristiano" sin complejos, persiguiendo tu placer en Dios, el mayor tesoro que existe. Recuerda, "donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón" (Mateo 6:21).
¿Por qué Dios quiere que busquemos el placer en Él?
Porque el placer es un indicador crucial del valor y la preciosidad de alguien o algo para nosotros.
¿Cómo es el placer un "soplón" de nuestro corazón?
El placer revela lo que realmente amamos y atesoramos, incluso si no queremos admitirlo. Si algo pecaminoso nos da placer, indica un problema de tesoro, no un problema de placer.
¿Qué es el "hedonismo cristiano"?
Es la verdad bíblica de que la búsqueda de la gloria de Dios y nuestra búsqueda de la felicidad no deben ser pursuits separadas, sino una sola. Dios es más glorificado cuando estamos más satisfechos en Él.
¿Cuál es la verdad "desoladora" sobre el hedonismo cristiano?
Que nos hace darnos cuenta de lo lejos que estamos de encontrar nuestra satisfacción en Dios. Puede ser descorazonador, pero también nos motiva a luchar por el gozo correcto.
¿Qué significa "luchar por el gozo correcto"?
Significa resistirse a los placeres menores y buscar el placer supremo que se encuentra en Dios. Es una batalla continua por creer en las promesas de felicidad de Dios sobre las falsas promesas del mundo y el pecado.