¿Todas las religiones conducen a Dios?
Los dioses rivales y el verdadero Dios
La Biblia afirma que los dioses de otras religiones no son meros nombres o mitos. Son seres sobrenaturales reales que buscan ser adorados y engañar al mundo, reclamando el lugar del único Dios verdadero. Por lo tanto, adorar a los dioses de otras religiones no es adorar al Dios verdadero revelado en Jesucristo.
El testimonio de las Escrituras
1 Corintios 10:19-20 indica que los sacrificios a ídolos no se hacen al Dios verdadero, sino a demonios que intentan engañar a la gente. En el Antiguo Testamento, se advierte repetidamente al pueblo de Israel contra adorar a otros dioses (Deuteronomio 29:18, Josué 23:7-8).
La importancia de Jesucristo
Jesucristo es la revelación final y decisiva del Dios verdadero. Cualquier religión que no lo reconozca y lo adore es una religión falsa. 1 Juan 4:1 advierte contra creer todos los espíritus, sino probarlos para ver si son de Dios. Según 1 Juan 4:2, el Espíritu de Dios confiesa que Jesucristo ha venido en la carne.
La prueba de fuego
Jesucristo es la prueba de fuego de todas las religiones. Quien no lo honra no honra al Padre que lo envió (Juan 5:23). Ninguna religión es el verdadero Dios disfrazado. Juan 8:42 y 1 Juan 2:23 enfatizan que amar y confesar al Hijo significa tener al Padre también.