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¿Te alegras de no ser Dios?

Adorar la fortaleza del Señor

El Salmo 96:7 nos invita a “Atribuir al Señor gloria y poder”. ¿Qué implica esto exactamente?

Reconocer y apreciar la fuerza divina

Primero, reconocemos la fuerza de Dios y le prestamos atención. Aprobamos su inmenso poder, reconociendo su valor.

Alegría por la fuerza ajena

Lo asombroso de esta admiración es que nos alegramos porque la fuerza pertenece a Dios, no a nosotros. Entendemos que es justo que Él sea infinitamente fuerte y nosotros no.

El placer de la admiración

Encontramos el mayor significado en la vida cuando admiramos el poder de Dios en lugar de enfocarnos en el nuestro. Descubrimos la profunda satisfacción de no ser Dios, sino apreciar su divinidad.

La protección de Dios

Dios nos ha hecho débiles para protegernos de la tentación de atribuirnos poder. El poder extraordinario pertenece a Dios, no a nosotros (2 Corintios 4:7).

El amor de Dios en nuestra debilidad

Este amor nos protege de la futilidad de jactarnos de nuestro propio poder. Es una gran alegría no ser Dios, sino ser testigo de su infinita fuerza.

¿Qué significa “atribuir al Señor la fuerza”?

Cuando “atribuimos al Señor la fuerza”, reconocemos y apreciamos su poder infinito. Damos nuestro consentimiento a la grandeza de su fuerza y admiramos su maravilla.

¿Por qué experimentamos alegría al no ser Dios?

Sentimos alegría al no ser Dios porque reconocemos que el poder infinito pertenece legítimamente a Él. No envidiamos ni codiciamos su fuerza, sino que nos regocijamos en su omnipotencia.

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¿Cuál es el propósito de la debilidad humana?

Dios nos ha creado débiles para protegernos de la tentación de atribuirnos el poder. La debilidad nos recuerda que el poder supremo pertenece a Dios y nos impide reemplazar la admiración por su fuerza con el orgullo por la nuestra.

¿Cuál es el significado de la vida?

El significado más profundo de la vida radica en dirigir libremente nuestros corazones hacia la admiración del poder de Dios, en lugar de hacia el egoísmo o la autosuficiencia. Admirar lo infinito es el objetivo final y satisfactorio de todas las cosas.

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