¿Son innatamente malos los deseos?
El concepto bíblico de los deseos
La Biblia utiliza el concepto de deseo de varias maneras:
- Anhelar o querer algo
- Un sentimiento de amor o anhelo
- Deleitarse en alguien
El deseo negativo se refiere a la lujuria o la codicia.
En el Jardín del Edén, los árboles eran vistos como buenos y agradables, pero cuando Adán y Eva desearon ser sabios por sí mismos, comieron del fruto prohibido (Génesis 2:9; 3:6).
El propósito de los deseos
Los deseos revelan los motivos de nuestro corazón:
- Deseos egoístas: Somos capaces de desear cosas horribles y actuar en consecuencia.
- Anhelo de una realidad celestial: Sentimos tristeza por la muerte, indignación por la injusticia y deseamos líderes justos y padres que no abusen de sus hijos.
Sin embargo, no podemos satisfacer estos anhelos por nuestra propia fuerza.
¿Los deseos son malos?
Los deseos no son inherentemente malos. Son una evidencia de que estamos hechos a imagen de Dios.
Sin embargo, la caída del hombre corrompió nuestro corazón. Cuando vamos en contra del diseño de Dios por motivos egoístas, eso es pecado.
- Desear comida no es malo, pero la glotonería es pecado.
- Desear sexo e intimidad es bueno, pero la lujuria es pecado.
El problema no está en nuestros deseos, sino en lo que hacemos con ellos.
Cómo saber si un deseo es malo
- ¿Conduce al pecado según la Biblia?
- ¿Va en contra del diseño santo de Dios para nuestro bien?
- ¿El motivo del deseo es para nuestro bien y el de los demás?
- ¿El deseo nos controla?
El secreto es someter lo que queremos en el momento a la voluntad de Dios. Esto, a su vez, nos lleva a una mayor alegría y gloria de lo que jamás podríamos imaginar.
¿Son los deseos inherentemente malos?
No, los deseos no son inherentemente malos. De hecho, son evidencia de que hemos sido creados a imagen de Dios.
¿Cómo define la Biblia los deseos?
La Biblia utiliza la idea de deseo de varias maneras. Puede significar "anhelar" o incluso un sentimiento amoroso y anhelante. También puede ser positivo, como deleitarse en alguien. La forma negativa es lujuria o avaricia.
¿Cuál es el propósito de los deseos?
Los deseos revelan los motivos de nuestros corazones. Nuestros corazones revelan dos cosas: nuestra propia maldad egoísta y el anhelo de una realidad celestial. También revelan nuestra incapacidad para hacerlo con nuestras propias fuerzas.
¿Pueden ser buenos los deseos?
Sí, los deseos pueden ser buenos. Dios también tiene deseos. Su deseo es reconciliar toda la creación consigo mismo a través de Su Hijo, viviendo con nosotros en una familia eterna.
¿Cuándo son malos los deseos?
Los deseos no son malos en sí mismos, sino lo que hacemos con ellos. El problema no es con nuestros deseos, sino con lo que hacemos con ellos.