Si la voluntad de Dios prevalece, ¿son inútiles mis oraciones?

La importancia de la oración

La oración es un privilegio extraordinario que nos concede el Creador del universo, un ser de infinita sabiduría, poder y bondad. Nos invita a pedirle lo que consideremos beneficioso para su gloria y el bien del mundo. Sin embargo, surge una duda: ¿por qué orar si la voluntad de Dios prevalecerá de todos modos?

Tres razones para orar, a pesar de la soberanía divina

1. Dios nos ordena orar

La Biblia nos exhorta a expresar nuestros deseos en oración (Juan 15:7), siempre y cuando nuestros anhelos estén alineados con su voluntad revelada.

2. Sin oración, podemos quedarnos sin recibir

Santiago 4:2 declara que no recibimos porque no pedimos. Por lo tanto, debemos orar para evitar perdernos bendiciones.

3. Dios planifica nuestras oraciones

La soberanía de Dios no implica que nuestras oraciones sean irrelevantes. Al igual que planifica los eventos, también planifica nuestras súplicas. Jesús oró por Pedro, sabiendo que negaría a Cristo, y Dios planeó que la oración de Jesús condujera al arrepentimiento de Pedro.

No cuestionemos los designios de Dios. Él nos ama y nos invita a unirnos a su causa glorificándolo. "Orad sin cesar" (1 Tesalonicenses 5:17), "pedid y recibiréis" (Juan 16:24). Nuestras oraciones son parte del plan divino, y en ellas nos unimos a Dios en el cumplimiento de su voluntad.

Preguntas frecuentes:

¿Por qué debo orar si Dios tiene la última palabra?

Según la Biblia, debemos orar por lo que deseamos porque:

  1. Dios nos ordena orar por lo que queremos (Juan 15:7).
  2. Podemos no recibir si no pedimos (Santiago 4:2).
  3. Dios planifica nuestras oraciones junto con los eventos que se desarrollan en respuesta a ellas (Lucas 22:32; Ezequiel 36:36-37).
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¿Significa esto que mis oraciones son inútiles?

No, tus oraciones no son inútiles. Al orar, te unes a Dios en su causa y glorificas su nombre. Él valora nuestras oraciones y nos ha dado el privilegio de participar en sus planes.

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