¿Rezas como el diablo?
El principio del diablo exegético
Para comprender un acto cristiano, podemos preguntarnos qué parte de él puede realizar el diablo. Por ejemplo, la fe salvadora, según Santiago, implica más que creer en Dios, pues incluso los demonios creen y tiemblan (Santiago 2:19).
Este principio exegético nos ayuda a identificar los requisitos esenciales de los deberes cristianos. Por ejemplo, en 1 Corintios 12:3, Pablo afirma que "nadie puede decir 'Jesús es Señor', sino por el Espíritu Santo". El diablo reconoce el señorío de Jesús, pero carece de la entrega alegre y amorosa que caracteriza la fe salvadora.
El diablo cree en Jesús
Los demonios reconocen el señorío de Jesús (Mateo 8:29; Marcos 1:24). Creen en su poder y su autoridad sobre el mundo demoníaco. Por lo tanto, la fe cristiana implica más que simplemente creer en la existencia y el poder de Jesús.
El diablo cree en la resurrección de Jesús
El diablo dedica esfuerzos a ocultar la verdad sobre Jesús (2 Corintios 4:4). Sabe que Dios resucitó a Jesús y que sus días de libertad están contados. Por lo tanto, la fe cristiana debe incluir no solo creer en el señorío de Jesús sino también en su resurrección.
La fe demoníaca y la fe salvadora
La verdadera fe, según Romanos 10:9, implica "creer en el corazón que Dios [lo] levantó de entre los muertos". Esta fe no es solo intelectual, sino que implica un abrazo alegre de la resurrección y el señorío salvador de Jesús.
Abide en Cristo
Permanecer en las enseñanzas de Cristo (2 Juan 1:9) implica más que recordarlas o creerlas como hechos. El diablo puede hacer esto, pero no tiene amor por las enseñanzas de Cristo. La verdadera permanencia surge del amor por Jesús y se manifiesta en la obediencia alegre.
Oraciones que el diablo aprobaría
El diablo no tiene problemas con las oraciones por necesidades materiales o personales. Sin embargo, nunca ora por la santificación del nombre de Dios, el avance de su reino o el perdón de los pecados.
Aplicación del principio del diablo exegético
Al aplicar este principio a nuestra fe, permanencia y oraciones, podemos identificar áreas donde nuestras acciones pueden alinearse con las del diablo. Esto nos ayuda a profundizar nuestra comprensión y fortalecer nuestra fe cristiana.