Restaurando la Salud Espiritual: Una Plegaria para los Quebrantados
El Lamento: Un Reflejo de Nuestra Humanidad
En el libro de los Salmos, el género literario más común no es la alabanza ni la gratitud, sino el lamento. Esto puede parecer extraño, pero adquiere sentido cuando consideramos la realidad de nuestra existencia en un mundo caído. Aquejados por temores internos y luchas externas (2 Corintios 7:5), no siempre estamos preparados para ofrecer alabanza y agradecimiento. A menudo, nos encontramos en una actitud de lamento, suplicando a Dios ayuda, sanación y liberación.
La maravilla de los salmos de lamento es que, a pesar de nuestro dolor, dificultades y dudas, aún nos dirigimos a Dios. Nuestra fe es probada, y en el acto mismo de volvernos hacia nuestro Señor, en lugar de buscar consuelo en otra parte, encontramos esperanza. En el lamento, a menudo descubrimos que Dios es nuestro mayor Tesoro.
El Camino hacia la Salud Espiritual
Si bien los salmos de alabanza y gratitud son gloriosos, es apropiado que el libro de los Salmos contenga más lamentos, pues a menudo nos encontramos desorientados en este mundo. Tomemos como ejemplo el Salmo 6. Las difíciles circunstancias de David (sean o no relacionadas con la rebelión de su hijo Absalón) lo han llevado a reconocer su pecado y a clamar a Dios por rescate.
Cuando nos encontramos en un torbellino de desorientación, Dios no nos pide que apretemos los dientes, sonriamos y cantemos una canción alegre. Nos invita, como Aslan le dice a Shasta en Las Crónicas de Narnia, "Cuéntame todas tus penas". Él ve y conoce nuestra confusión, y no la ignora, sino que la reconoce con el tipo de salmo más común en su cancionero inspirado.
Pero Dios nos llama a hacer más que simplemente ensayar nuestro dolor. David clama en su desesperación en los primeros siete versículos del salmo, pero luego cambia de tono con una sorprendente explosión de confianza en los tres últimos. Terminar con una nota de confianza resonante (en Dios) también es típico de los lamentos.
La Respuesta de Dios: Confianza y Sanidad
La transición en el Salmo 6 de David ensayando su dolor y confusión a su explosión de confianza en Dios es realmente sorprendente. Acaba de decir que está languideciendo y turbado (Salmo 6:2), incluso "grandemente turbado" (Salmo 6:3); que está cansado de gemir e inunda su cama de lágrimas cada noche (Salmo 6:6). Luego da un giro y declara:
"El Señor ha oído el sonido de mi llanto.
El Señor ha oído mi súplica;
El Señor acepta mi oración." (Salmo 6:8-9)
La marea ha cambiado, y anuncia que todos sus enemigos serán avergonzados y "grandemente turbados" (Salmo 6:10). ¿Pero cómo sabe David, con tanta confianza, que Dios lo ha escuchado y que su Señor responderá, que es sólo cuestión de tiempo? ¿De dónde viene esta confianza recién expresada?
No es de una nueva revelación, como si Dios le hubiera susurrado algo después de sus súplicas y gemidos en los primeros siete versículos. Tampoco tenemos ninguna indicación de que este sorprendente giro ocurra después de un retraso en el tiempo, como si David hubiera regresado y agregado los tres versos finales (8-10) más tarde, después de que Dios hubiera respondido. De hecho, el versículo 10 indica dos veces ("shall" en la NVI) que la liberación aún es futura, no pasada. ¿Cómo obtiene David esta explosión de confianza? ¿No querríamos todos tener acceso a esto la próxima vez que nos encontremos languideciendo?
El Poder Restaurador del Lamento
La respuesta es que el salmo mismo, el recuerdo de la verdad del pacto de Dios (la repetida mención de su nombre de pacto, Jehová) y el compromiso de Dios con su gloria (Salmo 6:4), junto con la honestidad de David sobre su yo en espiral, es el canal a través del cual la gracia de la fe y la confianza fluyen. La salud espiritual se restaura, en medio de la desorientación, en el acto mismo de dirigirnos a Dios y recordar quién es y ensayar lo que ha prometido.
Los lamentos, como este, no son ejercicios de revolcarse o empeorar las cosas. Más bien, son ejercicios de restauración divina de la salud espiritual. Son medios de gracia designados por Dios a través de los cuales primero nos movemos en espíritu de la desorientación a la reorientación, y al hacerlo recuperamos la fuerza del alma para soportar hasta que Dios aborde nuestras circunstancias externas en su buen momento.
Preguntas Frecuentes
¿Cuál es el tipo más común de canción en los Salmos?
Lamento
¿Qué nos invita Dios a hacer cuando nos sentimos desorientados?
Contarle todas nuestras penas
¿Cómo cambia la perspectiva de David en el Salmo 6?
Pasa de la desesperación a la confianza
¿Cuál es la fuente de la confianza de David?
Rememorar la verdad sobre Dios y su compromiso
¿Qué son los lamentos?
Medios divinos de gracia para restaurar la cordura espiritual
¿Cómo podemos tener confianza en que Dios escucha nuestras oraciones?
A través de nuestra fe en Jesucristo, quien nos une a él
¿Puede Dios cambiar nuestras circunstancias inmediatamente?
Típicamente no, pero nos da la fuerza para soportar hasta que llegue la liberación completa
¿Cuál es la invitación de Dios a nosotros en la oración?
No solo alabar y agradecer, sino también clamar a él con nuestro dolor