¿Quién mató a Jesús?
Dios, el Asombroso Sacrificio
En el corazón de la Semana Santa, un pastor preguntó a un grupo de prisioneros: "¿Quién mató a Jesús?". Las respuestas variaron, pero el pastor reveló una verdad impactante: "Su Padre lo mató".
Así lo afirma Romanos 8:32: "Dios no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros". El Dios Padre entregó a Jesús, su Hijo amado, a la muerte. Esta entrega no fue una ocurrencia repentina, sino un plan divino establecido desde la eternidad (Hechos 2:23).
El Precio de la Redención
El sacrificio de Jesús no fue un simple accidente histórico. Era el precio que Dios pagó para redimirnos del pecado y la condenación. El pecado nos separa de Dios y nos condena al infierno. Pero Dios, en su inmenso amor, no nos abandonó a nuestra suerte. Envió a su Hijo, Jesús, para que cargara con nuestros pecados.
Como un cordero inocente, Jesús fue sacrificado para expiar nuestras culpas. El Padre no lo libró del castigo, porque solo Él podía ser el sustituto perfecto para nosotros.
La Gracia Abundante de Dios
El sacrificio de Jesús no solo nos redimió del pecado, sino que también nos abrió las puertas a la gracia abundante de Dios. Romanos 8:32 continúa: "Y si Dios no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?".
La muerte y resurrección de Jesús nos aseguran el perdón de nuestros pecados, la reconciliación con Dios y la promesa de una vida eterna en su presencia. El Padre, que no escatimó a su Hijo, nos concederá libremente todas las bendiciones que necesitamos.
El sacrificio de Jesús en la cruz es el acto de amor más grande que jamás se haya conocido. No solo nos salvó del castigo eterno, sino que también nos abrió las puertas a una vida de gracia y abundancia. En Romanos 8:32, encontramos la seguridad de que Dios, que no escatimó ni a su propio Hijo, nos dará todas las cosas que necesitamos para vivir una vida llena de propósito y esperanza.
Preguntas y Respuestas sobre Romanos 8:32
¿Quién mató a Jesús?
Respuesta: Dios, su Padre, entregó a Jesús a la muerte.
¿Por qué Dios no perdonó a su Hijo?
Respuesta: Para poder perdonarnos a nosotros y seguir siendo un Dios justo y santo.
¿Qué significa que Jesús fue "el Cordero"?
Respuesta: Jesús fue el sustituto perfecto por nuestros pecados, tal como el carnero en el matorral fue el sustituto por Isaac.
¿Cómo beneficiamos de esto?
Respuesta: Jesús llevó nuestro castigo, culpa y maldad para que pudiéramos ser perdonados, reconciliados y aceptados por Dios.
¿Cuál es la importancia de Romanos 8:32?
Respuesta: Es la base de la promesa de Dios de gracia futura, ya que Jesús soportó todo nuestro castigo para que podamos experimentar el amor y la bendición de Dios por la eternidad.