La parábola del Buen Samaritano
En el Nuevo Testamento, en el capítulo 10 del Evangelio de Lucas, Jesús narra la parábola del Buen Samaritano. La historia relata que un hombre viajaba de Jerusalén a Jericó cuando fue asaltado por ladrones. Le quitaron la ropa, lo golpearon y lo dejaron medio muerto al costado del camino.
Pasó un sacerdote por el lugar, pero al ver al hombre herido, se hizo a un lado y siguió su camino. Lo mismo hizo un levita. Sin embargo, un samaritano que pasaba por allí se compadeció del hombre y se detuvo a ayudarlo.
El samaritano limpió sus heridas con aceite y vino, lo montó en su propio burro y lo llevó a una posada, donde cuidó de él y pagó sus gastos.
El significado de la parábola
La parábola del Buen Samaritano ilustra el significado del mandamiento de “amar al prójimo como a uno mismo”. Cuando otras personas necesitan nuestra ayuda, especialmente cuando están en una situación vulnerable, es cuando nuestro amor por los demás se pone a prueba.
Jesús nos invita a seguir el ejemplo del Buen Samaritano, ayudando a quienes lo necesitan, sin importar quiénes sean o cuál sea su situación. No debemos ser como el sacerdote y el levita, que ignoraron al hombre herido y continuaron su camino.
Amor al prójimo en las Escrituras
El mandamiento de amar al prójimo se encuentra en varios pasajes de las Escrituras:
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Marcos 12:28-34: “El más importante [mandamiento] es: ‘Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas’. El segundo es este: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. No hay otro mandamiento mayor que estos.”
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1 Juan 4:7: “Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios.”
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Levítico 19:18: “No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.”
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1 Corintios 16:14: “Todas vuestras cosas sean hechas con amor.”
Al seguir el mandamiento de amar a nuestro prójimo, no solo mostramos compasión por los demás, sino que también obedecemos la voluntad de Dios para nuestras vidas.
Preguntas frecuentes sobre la parábola del buen samaritano
¿Quién era el buen samaritano?
En la parábola de Jesús, el buen samaritano fue un hombre que ayudó a un extraño herido que había sido asaltado y dejado medio muerto en el camino.
¿Qué hizo el buen samaritano para ayudar al hombre?
El buen samaritano vendó las heridas del hombre, lo llevó a una posada y se hizo cargo de su cuidado.
¿Por qué Jesús contó la parábola del buen samaritano?
Jesús contó la parábola para ilustrar el mandamiento de “amar a tu prójimo como a ti mismo”.
¿Qué nos enseña la parábola del buen samaritano?
La parábola nos enseña que debemos estar dispuestos a ayudar a los necesitados, sin importar quiénes sean o de dónde vengan. También nos recuerda que el amor y la compasión son más importantes que las diferencias superficiales.
