¿Quién es mi Padre? Una guía para los abandonados

El Padre que nunca se irá

Cuando un padre terrenal se ausenta, el dolor puede ser insoportable. Pero hay un Padre celestial que nunca nos dejará ni abandonará. Dios promete: "Nunca te dejaré ni te desampararé" (Hebreos 13:5).

El Padre que protege

A diferencia de los padres que lastiman, Dios nunca dañará a sus hijos. Él es nuestro protector, manteniéndonos a salvo de cualquier ataque. Su mano de protección es inquebrantable.

El Padre que provee

Dios conoce nuestras necesidades y promete suplirlas. Puede que nos falten recursos humanos, pero los recursos de Dios son infinitos. Él se deleita en proveer para nosotros, porque somos preciosos para Él.

El Padre que se deleita en nosotros

Incluso cuando nuestro padre terrenal no nos muestra amor, Dios afirma que somos su fuente de alegría. Él dice: "Eres precioso a mis ojos" (Isaías 43:4). Dios nos ama incondicionalmente, no por lo que hacemos, sino simplemente porque somos sus hijos.

El Padre que nos ama sin condiciones

A diferencia de los padres que retiran su amor cuando no alcanzamos sus expectativas, Dios nos ama sin importar lo que hagamos. Su amor nos cubre incluso cuando le desobedecemos y nos alejamos de Él.

Recuerda que Dios es un Padre para los abandonados, un refugio para los temerosos. Él es el Padre que nunca te dejará ni te desamparará. Acércate a Él con confianza, sabiendo que sus brazos siempre están abiertos para abrazarte.

¿Quién es el autor del libro "Padre para los huérfanos"?

A: Jonathan C. Edwards

Leer Más:  ¿Qué Sucedió en Pentecostés y Qué Significa para Nosotros Hoy?

¿Qué cargo ocupa Jonathan C. Edwards en Docent Research Group?

A: Director de currículo y escritor principal

¿Qué promete Dios a quienes confían en él?

A: Nunca abandonarlos ni desampararlos

¿Cómo protege Dios a sus hijos?

A: Con su mano inamovible y nunca cansada

¿De qué nos asegura Dios?

A: Que somos preciosos a sus ojos y que nos deleitamos en él

¿Por qué ama Dios a sus hijos?

A: Por su propia naturaleza amorosa, no por sus logros o comportamiento

¿Cómo muestra Dios su amor por los abandonados?

A: Extendiendo sus brazos en misericordia y perdón, como lo hizo el padre en la parábola del hijo pródigo

Subir