¿Quién es el Señor que vive en Sión?

El Señor Dios, quien se revela a sí mismo como el Dios que habita en Sión, su santa montaña. Sión es un símbolo de Jerusalén, la ciudad donde Dios ha elegido establecer su presencia.

El futuro prometido para Jerusalén

Dios promete que Jerusalén será para siempre sagrada y que nunca más será conquistada por fuerzas extranjeras. Las montañas que rodean la ciudad fluirán con vino, leche y agua, simbolizando la abundancia y la bendición divina.

El juicio sobre las naciones

Mientras que Jerusalén florecerá, Egipto y Edom serán desolados por sus crímenes contra el pueblo de Dios. El Señor castigará a quienes han derramado sangre inocente.

La salvación y la esperanza para Judá

A pesar de las tribulaciones pasadas, Dios promete perdonar los pecados de su pueblo y establecer su morada en Jerusalén. Judá será habitado para siempre y Jerusalem perdurará por todas las generaciones.

Preguntas frecuentes

¿Quién habla en este pasaje?

  • El Señor, nuestro Dios

¿Dónde habita Dios?

  • En Sion, su montaña santa

¿Qué pasará con Jerusalén?

  • Será santa para siempre y nunca será conquistada por ejércitos extranjeros

¿Qué bendiciones se prometen para la tierra?

  • Abundancia de vino, leche y agua
  • Una fuente que brotará del Templo del Señor y regará el valle desértico

¿Qué pasará con Egipto y Edom?

  • Se convertirán en un páramo y un desierto por sus ataques al pueblo de Judá

¿Qué futuro tiene Judá?

  • Estará habitada para siempre y Jerusalén durará por todas las generaciones

¿Qué hará Dios con los pecados de su pueblo?

  • Los perdonará y habitará con ellos en Jerusalén

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