¿Quién era Nabal y qué hizo para enfadar a David?

Nabal, un hombre rico y malvado

Nabal era un hombre adinerado pero de mal carácter. Era dueño de numerosas ovejas y cabras y vivía en Carmel. Cuando David, quien se encontraba en el desierto, se enteró de que Nabal estaba esquilando sus ovejas, envió a diez jóvenes a saludarlo y pedirle provisiones.

La grosería de Nabal

Nabal, sin embargo, trató a los enviados de David con rudeza. Les preguntó quién era David y se negó a darles nada, diciendo que no sabía de dónde venían. Esto enfureció a David, quien decidió vengarse.

Abigail, la esposa sabia

La esposa de Nabal, Abigail, se enteró de la situación y actuó rápidamente. Cargó varios burros con comida y vino y salió al encuentro de David. Se disculpó por el comportamiento de su marido y le pidió misericordia.

La bondad de David

David quedó impresionado por la sabiduría y la humildad de Abigail. Escuchó sus palabras y decidió perdonar a Nabal. Regresó al desierto sin derramar sangre.

El castigo de Nabal

Poco después, Nabal enfermó y murió. David lo consideró un castigo divino por su maldad. Luego, se casó con Abigail, quien se convirtió en una de sus esposas.

Preguntas Frecuentes

¿Por qué se opuso Nabal a la petición de David?

Nabal dudó de la autoridad de David y no estaba dispuesto a compartir sus recursos con alguien que no conocía. (1 Samuel 25:10-11)

¿Qué motivó a Abigail a intervenir?

Abigail estaba preocupada por la seguridad de su esposo y su hogar después de enterarse de las intenciones violentas de David. (1 Samuel 25:16-17)

¿Cómo respondió David a las acciones de Abigail?

David reconoció la sabiduría y el valor de Abigail y abandonó su plan de venganza. (1 Samuel 25:32-33)

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¿Qué le sucedió a Nabal después de su encuentro con Abigail y David?

Nabal murió unos diez días después por un ataque del Señor, posiblemente debido a su insensatez y maldad. (1 Samuel 25:38)

¿Cómo recompensó David a Abigail?

David se casó con Abigail, reconociendo su papel en evitar el derramamiento de sangre y preservar su vida. (1 Samuel 25:39-42)

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