¿Quién controla la nueva vida: tú o el viento?
El viento misterioso
El pasaje de Juan 3:8 explica que el nacimiento espiritual, conocido como "nueva vida", es como el viento: un misterio que no podemos controlar. El viento, como el Espíritu Santo, es libre de soplar donde quiera, sin que sepamos de dónde viene ni a dónde va.
La voluntad del viento
Esto significa que la decisión crucial en el nacimiento espiritual no es nuestra, sino del Espíritu Santo. Es Él quien sopla, otorgando vida a quien quiere, sin nuestra intervención. Nuestros deseos pueden moverse en el momento del nacimiento espiritual, pero solo porque el viento, el Espíritu, está soplando primero.
La gracia irresistible
Esta verdad, conocida como "gracia irresistible", nos recuerda que Dios es soberano y su Espíritu es todopoderoso. Puede superar nuestra resistencia y hacer que Cristo sea tan irresistible que nuestra oposición se desvanezca, llevándonos a recibirlo y creer en Él.
Nuestra respuesta
¿Cómo respondemos a esto? Algunos se sienten amenazados, creyendo que esto les quita el control, pero otros se sienten emocionados, reconociendo su propia impotencia.
Espíritu soberano, esperanza para los indefensos
Para aquellos que se dan cuenta de su total desamparo, John 3:8 es una gran noticia. A pesar de su incapacidad, Dios es libre y soberano en su gracia. Su Espíritu sopla donde quiere, sin obstáculos por nuestra debilidad o rebelión. Esto nos da esperanza, sabiendo que nuestra condición no es un obstáculo para el poder de Dios.
Mira al Hijo del Hombre
Cuando nos sentimos indefensos, Jesús nos dirige hacia sí mismo. En Juan 3:13-15, nos insta a mirar al "Hijo del Hombre", crucificado por nuestros pecados. El propósito del nacimiento espiritual es que veamos la gloria de Cristo y creamos en Él.
Preguntas frecuentes sobre el libre albedrío del viento
¿Qué representa el viento en Juan 3:8?
El viento representa el Espíritu Santo y su libre albedrío para regenerar personas.
¿Cómo funciona el Espíritu Santo en el nuevo nacimiento?
El Espíritu Santo sopla donde quiere, dando vida espiritual a quienes él elige. Esta acción es libre y soberana, no está controlada por la voluntad humana.
¿Qué papel juega nuestra voluntad en el nuevo nacimiento?
Aunque nuestros testamentos se mueven en el momento del nuevo nacimiento, la acción decisiva de voluntad es la del Espíritu Santo. Él hace que Cristo sea tan atractivo que nuestra resistencia se rompe y libremente acudimos a él.
¿Por qué los versículos 13-15 son relevantes para el tema del libre albedrío del Espíritu Santo?
Estos versículos cambian el enfoque de la obra interna del Espíritu Santo a la obra externa de Cristo en la cruz. El Espíritu Santo nos da vida para que veamos la gloria de Cristo y creamos en él para la salvación.
¿Cómo respondemos al libre albedrío del Espíritu Santo?
Podemos responder con amenaza, sintiendo que se nos quita el control, o con emoción, reconociendo nuestra impotencia y confiando en la gracia soberana de Dios.