¡Quejate sin refunfuñar para una vida mejor!
¿Es malo quejarse?
Quejarse a menudo se asocia con algo negativo, pero no siempre es así. Hay una manera correcta e incorrecta de hacerlo.
Quejarse con fe y sin fe
Las quejas sin fe (o refunfuñar) implican que Dios no es lo suficientemente bueno, fiel o capaz. Esto es pecaminoso porque acusa a Dios.
En cambio, las quejas con fe son expresiones honestas de las dificultades y las penas de la vida en un mundo caído. Dios no se molesta por este tipo de quejas, sino que las alienta y nos enseña a hacerlo en la Biblia.
Cómo quejarse correctamente
Dios quiere que le expresamos nuestras quejas y problemas (Salmo 142:2). Podemos hacerlo en privado, como David en la cueva de Adullam, o en comunidad, como cuando los israelitas cantaban juntos el Salmo 142.
Debemos contarle a Dios cómo nos sentimos exactamente, sin temor a ser demasiado honestos. También debemos recordar que, a pesar de las apariencias actuales, las promesas de Dios (2 Pedro 1:4) nos aseguran que estas dificultades no nos afligirán para siempre.
Los salmos de lamento
Los salmos de lamento son un tesoro para los creyentes. Expresan con inspiración las voces de nuestras almas atribuladas. Nos enseñan a quejarnos ante Dios honrándolo. Son expresiones del cuidado misericordioso de Dios, mostrándonos que no estamos solos y que Él comprende.
Estos salmos también nos ayudan a moderar nuestras expectativas en esta era. Dios no siempre pretende que sus santos prosperen. Nos recuerdan las palabras de Jesús: "En el mundo tendréis aflicción", pero también nos señalan nuestra gran esperanza: "Tened buen ánimo; yo he vencido al mundo" (Juan 16:33).
Quejarse es humano, pero hacerlo con fe nos permite expresar nuestras dificultades sin caer en el refunfuño. Aprendiendo de los salmos de lamento, podemos quejarnos fielmente, honrando a Dios y encontrando consuelo en medio de las pruebas.
¿Quién es Jon Bloom?
Jon Bloom es maestro y cofundador de Desiring God, así como autor de cuatro libros.
¿Cuántos libros ha escrito Jon Bloom?
Bloom ha escrito cuatro libros.
¿Cuál es la diferencia entre quejarse y refunfuñar?
Quejarse es expresar honestamente el dolor y la angustia de vivir en un mundo caído, mientras que refunfuñar implica acusar a Dios de no ser suficientemente bueno o competente.
¿Por qué Dios permite que nos quejemos?
Dios permite que nos quejemos como una expresión de compasión, ya que comprende que experimentaremos dolor y tristeza.
¿Cómo debemos quejarnos a Dios?
Debemos quejarnos con honestidad, derramando nuestras penas y problemas ante Él, reconociendo al mismo tiempo Sus promesas y esperanza para el futuro.
¿Dónde podemos encontrar ejemplos de quejas justas?
En los Salmos de lamento, que modelan cómo expresar nuestras quejas a Dios de una manera que lo honra.
¿Qué debemos recordar al quejarnos?
Debemos recordar que Dios no siempre nos promete prosperidad en esta vida, sino que nos recuerda la esperanza de superar las tribulaciones como lo hizo Jesús.