¿Qué quiso decir Jesús al decir "Eloi, Eloi, ¿lama sabactani"?
El sufrimiento de Cristo
En la cruz, Jesús experimentó un dolor intenso, tanto físico como emocional. Tomó sobre sí nuestros pecados y experimentó la separación del Padre. Este sufrimiento le hizo expresar su angustia con las palabras: "Eloi, Eloi, ¿lama sabactani?", que significa "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?".
Tomando nuestros pecados
Jesús murió en la cruz como sacrificio por nuestros pecados. A pesar de ser inocente, sufrió el castigo que merecíamos. Su muerte nos ofrece el perdón y la reconciliación con Dios. A través de su sacrificio, podemos recibir la vida eterna.
La encarnación
Como Dios y hombre, Jesús experimentó emociones humanas como el dolor y la angustia. Por lo tanto, pudo comprender y sentir profundamente el sufrimiento que implicaba la crucifixión.
Conclusão
Las palabras de Jesús en la cruz reflejan la intensidad de su sufrimiento y su amor inquebrantable por nosotros. Tomó sobre sí nuestros pecados y experimentó la separación del Padre para que pudiéramos ser perdonados y reconciliarnos con Dios. Su muerte es un testimonio del amor sacrificial de Dios y nos ofrece la esperanza de la vida eterna.
¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo "Eloi, Eloi, ¿lama sabachthani?"
¿Por qué Jesús se sintió abandonado por Dios?
Jesús sintió angustia y abandono en la cruz debido al peso del pecado del mundo que llevaba sobre sí. Experimentó la separación del Padre, agregando dolor y sufrimiento a su agonía física.
¿Cómo cumplió Jesús la profecía en el Salmo 22?
Las palabras de Jesús "Eloi, Eloi, ¿lama sabachthani?" citan el Salmo 22:1, que expresa la angustia y el abandono que experimentó en la cruz.
¿Por qué Jesús sufrió en la cruz?
Jesús sufrió en la cruz para llevar nuestros pecados y restaurar nuestra relación con Dios. Llevó nuestro castigo, soportando el dolor y la agonía para ofrecernos perdón y salvación.
¿Qué podemos aprender del sufrimiento de Cristo?
El sufrimiento de Cristo nos revela el amor inconmensurable de Dios por nosotros. Su sacrificio nos redimió del pecado, proporcionando paz y sanidad eterna.