¿Qué podemos aprender de los israelitas errantes durante 40 años en el desierto?

Dios provee en nuestros momentos más oscuros

Cuando los israelitas se quedaron sin provisiones en el desierto, lamentaron los "buenos viejos tiempos" de la esclavitud en Egipto, donde no tenían que preocuparse por morir de hambre. Dios, viendo su necesidad, les proporcionó maná, un pan celestial, y codornices para la proteína. Dios comprendió que el desierto era un limbo temporal y aún así satisfizo sus necesidades. De esto aprendemos que Dios nos encuentra en el limbo, ya sea que estemos desempleados o viviendo al día; Él provee en el desierto y en la Tierra Prometida.

El plan de Dios nunca parece alinearse con el nuestro

Los israelitas esperaban que todo fuera fácil después de dejar Egipto. Pero no se dieron cuenta de que llegar a la Tierra Prometida lleva tiempo y que Dios tenía lecciones para ellos sobre confiar en Él y pelear por ellos contra sus enemigos. Aprendemos que el plan y el tiempo de Dios a menudo difieren de nuestras expectativas, pero Sus planes son los mejores y debemos confiar en Él, especialmente cuando necesitamos Sus provisiones, como los israelitas en el desierto.

Dios no nos mantiene en el desierto para siempre

Cuarenta años parecen mucho tiempo. Los israelitas que eran adolescentes no llegaron a la Tierra Prometida hasta que tuvieron 50 o 60 años. Pero aunque el tiempo de Dios no siempre se alinea con el nuestro, no nos mantiene en el desierto para siempre. Ya sea que el "desierto" que estamos atravesando sea una prueba o pensemos en el "desierto" como este mundo, Dios no nos deja suspendidos en el limbo eternamente. Llegaremos a la Tierra Prometida porque la promesa está en el título. Dios no rompe los pactos y no nos mantendrá suspendidos en el desierto para siempre. Ya sea que nuestra prueba dure cuatro años o 40, llegaremos a la Tierra Prometida.

Preguntas frecuentes sobre las enseñanzas de los israelitas en el desierto

¿Por qué Dios hizo que los israelitas vagaran por el desierto durante 40 años?
Para enseñarles a confiar en Él, a obedecer sus mandamientos y a permanecer fieles en medio de las dificultades.

¿Qué lecciones podemos aprender de la experiencia de los israelitas en el desierto?
Dios provee en nuestros momentos más oscuros.
El plan de Dios nunca parece alinearse con el nuestro, pero siempre es lo mejor.
Dios no nos mantiene en el desierto para siempre.

¿Cómo nos ayuda el ejemplo de los israelitas a fortalecer nuestra fe?
Al recordar que Dios estuvo con ellos en el desierto, nos da la confianza de que Él también estará con nosotros en nuestros propios momentos difíciles.

¿Cómo podemos aplicar las enseñanzas de los israelitas en nuestra vida diaria?
Confiando en Dios para nuestras necesidades.
Siguiendo Sus mandamientos.
Manteniendo la fe incluso cuando las cosas se ponen difíciles.