¿Qué ocurrió con los tres hombres en las cruces del Calvario?
La agonía en el Gólgota
En medio de la oscuridad que envolvía la tierra, aconteció la crucifixión de Jesús. A su lado, dos malhechores compartían su destino. Uno de ellos, endurecido en su pecado, falleció sin arrepentimiento. El otro, en cambio, reconoció su culpa y clamó por perdón.
El arrepentimiento del buen ladrón
A pesar de su agonía, Jesús respondió a la súplica del "buen ladrón", otorgándole el arrepentimiento. Este hombre, antes condenado por sus crímenes, recibió la gracia de Dios en su último aliento. Su fe en Jesús le aseguró un lugar en el paraíso (Lucas 23:39-43).
El sacrificio de Jesús
El desgarramiento del velo del Templo al morir Jesús simbolizó la apertura del camino hacia Dios para toda la humanidad (Hebreos 9:1-14; 10:19-22). El sacrificio de Jesús en la cruz cumplió la profecía de Isaías 53, asegurando la redención de los pecadores (Romanos 3:23-25).
La invitación a la salvación
La muerte de Jesús en la cruz es una invitación a la salvación para todos. Al aceptar a Jesús como Señor y Salvador, podemos recibir el perdón de nuestros pecados y obtener vida eterna (Romanos 10:9). El amor y la misericordia de Dios se extendieron incluso a los pecadores crucificados junto a Jesús, demostrándonos que nunca es demasiado tarde para arrepentirse y recibir la gracia de Dios.
Preguntas frecuentes
¿Quiénes eran los dos hombres que fueron crucificados con Jesús?
Dos ladrones, uno a su derecha y otro a su izquierda.
¿En qué se diferenciaban los dos ladrones?
Uno murió en sus pecados, sin arrepentirse, mientras que el otro se dio cuenta de su naturaleza pecaminosa a último momento, pidió perdón y creyó en Jesús.
¿Qué representa la división del velo del templo?
La destrucción de la barrera que separaba a Dios del hombre, permitiendo que todos se acercaran a Dios directamente a través de Cristo.
¿Qué importancia tiene la muerte de Jesús en la cruz?
Cumplió la profecía de Isaías 53 y abrió las puertas del cielo a todos los creyentes, mostrándonos el amor, la gracia y la misericordia de Dios, incluso en medio del sufrimiento.
¿Por qué es importante creer en la muerte y resurrección de Jesús?
Porque solo al entregarnos a Cristo podemos ser salvos del pecado y recibir vida eterna.