¿Qué es la adoración?

La esencia interna de la adoración

La verdadera adoración es valorar y atesorar a Dios por encima de todo. Es una respuesta del corazón al conocimiento de la mente cuando la mente comprende correctamente a Dios y el corazón lo valora adecuadamente. Se puede expresar como apreciación, estima, deleite, reverencia o satisfacción en Dios.

Dos actos de adoración

La adoración se manifiesta de dos formas principales en el Nuevo Testamento:

  1. Actos de la boca: Alabanza, arrepentimiento y otros actos de adoración verbales.
  2. Actos de amor: Acciones de amor y sacrificio que demuestran el valor supremo de Dios.

La adoración es conocer a Dios verdaderamente y responder con el corazón valorándolo, apreciándolo y deleitándonos en él más que cualquier cosa terrenal. Esta profunda satisfacción en Dios se desborda en actos demostrables de alabanza y servicio a los demás.

Preguntas frecuentes sobre la adoración

¿Qué es la adoración?

La adoración es un valorar o atesorar a Dios por encima de todas las cosas. Es una respuesta del corazón al conocimiento de la mente cuando la mente comprende correctamente a Dios y el corazón valora correctamente a Dios.

¿Cómo se expresa la adoración?

La adoración se expresa visiblemente en el mundo de dos maneras básicas:
- Actos de la boca: actos de alabanza y arrepentimiento en los servicios de adoración o reuniones de grupos pequeños.
- Actos de amor con el cuerpo, las manos y los pies: actos de amor que muestran el valor supremo de Dios por lo que estamos dispuestos a sacrificar por el bien de los demás.

¿Es suficiente la adoración externa?

No, la adoración externa no es suficiente. La verdadera adoración debe tener una dimensión interna de valoración del corazón por Dios. Si la adoración es solo externa y no involucra al corazón, no es adoración verdadera.

¿Cómo puedo adorar a Dios auténticamente?

Para adorar a Dios auténticamente, debemos conocerlo verdaderamente y atesorarlo debidamente. Esta valoración interna debe manifestarse en actos visibles de alabanza y amor hacia Dios y hacia los demás.

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