¿Qué dice la Biblia sobre tolerar el pecado?
Tolerar el pecado es aceptarlo
Dios no quiere que los cristianos toleren el pecado, ya que solo conduce al dolor, la destrucción y al alejamiento de Él. La Biblia nos dice que Dios aborrece el pecado (Proverbios 6:16-19), lo que significa que nosotros también debemos hacerlo.
No toleres el pecado
Cuando una persona tolera el pecado, significa que lo acepta, permite y aprueba en su vida o en la de otros. Si bien a los cristianos se les ordena no juzgar a los demás (Mateo 7:1), eso no significa que deban tolerar el pecado.
El pecado de una persona la separa de Dios, como dice la Biblia: "Pero vuestras iniquidades han hecho separación entre vosotros y vuestro Dios; vuestros pecados han hecho ocultar su rostro de vosotros para no oíros" (Isaías 59:2). Si toleras el pecado en tu propia vida, te separará de Dios. Incluso como creyentes, nuestro pecado puede alejarnos de Él.
Vivir activamente en pecado dañará tu relación con Dios
Cuando una persona pone su fe en Cristo, sus pecados son perdonados (Romanos 6:23); sin embargo, el Señor no quiere que sigas viviendo en pecado.
Jesús predicó el perdón de los pecados y el arrepentimiento (Lucas 5:31-32). De la misma manera, el Apóstol Pedro reafirma la necesidad del arrepentimiento: "Arrepentíos, pues, y volved a Dios para que sean borrados vuestros pecados, a fin de que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio" (Hechos 3:19). El arrepentimiento significa alejarse de tu pecado y elegir no participar más en él.
No pidas perdón si solo quieres seguir pecando
Hebreos 10:26 afirma: "Porque si pecamos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados" (NVI). Si la persona comete continuamente el mismo pecado, demuestra que no está verdaderamente arrepentida de él.
Acepta a Cristo intencionalmente y de buena gana
Una persona debe aceptar intencionalmente y de buena gana a Cristo por amor a Él y por su decisión consciente de saber que necesita a Jesús como su Salvador y Señor. Aceptar a Jesús para vivir una vida de pecado no es una vida centrada en Cristo. Cuando una persona se convierte en creyente, debe querer hacer lo correcto al servicio de Dios.
Las buenas obras no salvan a una persona
Las buenas obras no salvan a una persona (Efesios 2:8-9); sin embargo, las buenas obras son el resultado de conocer a Cristo (Mateo 7:15-20). Tolerar el pecado no es parte de la vida que Dios tiene para Sus hijos. El Señor aborrece todo pecado, maldad e iniquidad (Salmo 5:5, 11:5).
Los cristianos no deben tolerar el pecado
Los cristianos no deben tolerar el pecado porque tolerarlo significa que el cristiano acepta el pecado o incluso lo celebra. El pecado no es algo que deba ser alentado o celebrado. Todos son pecadores (Romanos 3:23) y continuaremos luchando con el pecado a lo largo de nuestras vidas, pero el Señor no quiere que busquemos activamente el pecado y lo toleremos.
¿Qué dice la Biblia sobre tolerar el pecado?
¿Es aceptable tolerar el pecado en la vida propia o de otros?
No, la Biblia enseña que los cristianos no deben tolerar el pecado, ya que solo conduce al dolor, la destrucción y la separación de Dios.
¿Cómo afrontar el pecado en los demás?
Los cristianos deben confrontar el pecado en los demás con amor y humildad, hablando la verdad con amabilidad. No deben juzgar, pero deben ayudar a los demás a restaurarse y arrepentirse.
¿Qué pasa si alguien se arrepiente de su pecado?
Si alguien se arrepiente de su pecado, los cristianos deben perdonarlo, incluso si peca contra ellos muchas veces. Sin embargo, no deben tolerar el pecado en curso.
¿Cuáles son las consecuencias de tolerar el pecado?
Tolerar el pecado es pecar contra Dios y puede tener consecuencias negativas en la vida de uno. Puede separar a uno de Dios, obstaculizar el crecimiento espiritual y llevar al juicio.
¿Qué deben hacer los cristianos si luchan contra el pecado?
Los cristianos deben buscar la ayuda de Dios y otros creyentes para vencer el pecado. Pueden orar, leer la Biblia, asistir a la iglesia y buscar apoyo y aliento de otros cristianos.
