¿Qué dice la Biblia sobre la guerra?

El tema de la guerra en las Escrituras

La Biblia menciona la guerra en más de 400 ocasiones, incluyendo conflictos militares e interpersonales. El Eclesiastés (3:8) nos dice que "hay tiempo para la guerra y tiempo para la paz".

Según la Biblia, las guerras fueron planeadas según el tiempo y propósito de Dios. El Señor se refiere a su pueblo como "mi martillo y arma de guerra" (Jeremías 51:20).

El derramamiento de sangre en el Antiguo Testamento

En el Antiguo Testamento, encontramos casos de derramamiento de sangre por parte del pueblo de Dios. Joshua, por ejemplo, conquistó y mató en nombre del Señor.

Hay que entender que Dios entregó tierras a su pueblo, que conquistaron y tomaron vidas. El libro de Josué es particularmente desafiante, pero debemos leerlo en contexto. Los cananeos practicaban rituales paganos que incluían sacrificios de niños.

Los cananeos habían rechazado a Dios y eran culpables de traición contra los mandamientos que estaban implantados en cada persona desde su creación. Romanos (2:15) explica que "la obra de la ley está escrita en sus corazones, y su conciencia da testimonio, y sus propios pensamientos se acusan o se excusan unos a otros".

Puntos más sutiles de la guerra bíblica

Cuando Josué lideró a su ejército a la batalla, no estaban atacando una ciudad ordinaria, sino un puesto militar. No estaban aniquilando a una nación entera.

También debemos recordar que Dios estableció límites para las conquistas militares de Josué. Algunas partes de Canaán debían dejarse en paz, e Israel debía ofrecer misericordia e invitar a los cananeos a adorar a Dios. Pocos aceptaron.

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El lenguaje de la guerra en la Biblia a menudo es hiperbólico y retórico, típico de las escrituras de las naciones antiguas.

Guerras en el Nuevo Testamento

Para cuando llegó Cristo, Israel era una nación conquistada debido a su continua idolatría. Sin embargo, nunca fueron derrotados por una potencia militar como Roma o Egipto.

El problema era interno. El verdadero conflicto es dentro del creyente, la lucha para vencer el pecado. Cristo vino a salvar a su pueblo del pecado, no a librar batallas físicas.

La guerra final en los últimos tiempos

Los cristianos esperan una confrontación final entre Cristo y Satanás. Cristo vendrá a destruir a Satanás y a sus seguidores. Sabemos que la victoria es segura, y Cristo obedecerá a su Padre hasta el último detalle.

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