¿Qué cosas nos contaminan verdaderamente?

La tradición versus el mandamiento de Dios

Los fariseos, maestros de la ley judía, criticaban a los discípulos de Jesús por no seguir las estrictas tradiciones de lavado de manos antes de comer. Sin embargo, Jesús les señaló que estas tradiciones eran invenciones humanas que anulaban el mandamiento de Dios de honrar a los padres.

Lo que entra y sale del hombre

Jesús explicó que lo que entra en el cuerpo desde el exterior no puede contaminar al hombre. Lo que realmente contamina es lo que sale del corazón, como los malos pensamientos, el adulterio, los asesinatos y las mentiras. Estas cosas son las que hacen a una persona impura.

La fe de la mujer sirofenicia

Jesús viajó a la región de Tiro y Sidón, donde una mujer griega le suplicó que sanara a su hija poseída por un demonio. Inicialmente, Jesús se mostró reacio, pero la mujer insistió con fe. Jesús quedó impresionado por su fe y sanó a su hija.

La sanación del hombre sordo y mudo

Regresando a Galilea, Jesús sanó a un hombre sordo y mudo. Jesús tocó sus oídos y su lengua, y le dijo: "Ábrete". El hombre fue sanado instantáneamente y pudo escuchar y hablar. Las multitudes quedaron asombradas y alabaron a Jesús por sus milagros.

Preguntas Frecuentes sobre la Contaminación Espiritual

¿Qué contamina a una persona?

Según Jesús, lo que contamina a una persona no proviene del exterior, sino de su interior (Marcos 7:20-23). Las cosas externas, como los alimentos no lavados, no contaminan a una persona.

¿Qué cosas salen del interior y contaminan a una persona?

Las cosas que salen del interior del corazón humano, como los malos pensamientos, el adulterio, el asesinato y la codicia, son las que contaminan a una persona (Marcos 7:21-23).

¿Cómo podemos evitar contaminarnos espiritualmente?

Podemos evitar contaminarnos espiritualmente centrándonos en purificar nuestros corazones y mentes. Debemos esforzarnos por eliminar los malos pensamientos y acciones de nuestras vidas y cultivar virtudes como el amor, la bondad y la compasión.

¿Pueden los rituales externos, como el lavado de manos, purificarnos espiritualmente?

No, los rituales externos por sí solos no pueden purificarnos espiritualmente. Jesús enseñó que lo que importa es la pureza interior del corazón (Marcos 7:6-8).

¿Cómo podemos experimentar la purificación espiritual?

La purificación espiritual viene a través de la fe en Jesucristo y el poder del Espíritu Santo. Cuando confesamos nuestros pecados y nos volvemos a Dios, Él nos perdona y nos limpia de toda injusticia (1 Juan 1:9).

Subir