¿Pueden los Cristianos Blasfemar Contra el Espíritu Santo?
El Pecado Imperdonable
El pecado imperdonable de blasfemar contra el Espíritu Santo es un tema que ha generado innumerables dudas entre los creyentes. Para entenderlo, examinaremos dos pasajes clave: Marcos 3:28-30 y Lucas 12:10. En estos versos, Jesús advierte que blasfemar contra el Espíritu Santo es un pecado que no tiene perdón.
¿Pueden los Creyentes Verdaderos Cometer Blasfemia?
La primera pregunta que surge es si un verdadero creyente, cuya salvación está asegurada en Cristo, puede ser culpable de blasfemia contra el Espíritu Santo. La respuesta es no. La blasfemia, como la definió el comentarista Henry Alford, es "un acto definitivo que muestra un estado de pecado, y ese estado es una oposición voluntaria y decidida al poder presente del Espíritu Santo".
Los cristianos, por su naturaleza, no pueden asentarse en un estado de oposición voluntaria y decidida al Espíritu Santo. Pueden pecar, pero no se deleitarán en ello ni se resistirán al arrepentimiento.
Blasfemia vs. Afligir al Espíritu
Otra pregunta común es si blasfemar contra el Espíritu Santo es lo mismo que afligirlo. La respuesta es no. En Efesios 4:29-31, Pablo advierte contra afligir al Espíritu Santo. Este aflicción se produce por actitudes negativas hacia los demás, como amargura, ira y calumnias.
Mientras que afligir al Espíritu es un pecado que los cristianos pueden cometer, no es lo mismo que la blasfemia contra el Espíritu Santo. El afligir al Espíritu es un acto temporal de desobediencia, mientras que la blasfemia es un estado permanente de oposición al Espíritu Santo.
Preguntas Frecuentes
¿Puede un verdadero creyente cometer blasfemia contra el Espíritu Santo?
No, porque la blasfemia contra el Espíritu Santo es una oposición intencional y determinada al poder actual del Espíritu Santo, y los cristianos no pueden cometer ese tipo de pecado.
¿Es la blasfemia contra el Espíritu Santo lo mismo que contristar al Espíritu Santo?
No, no son lo mismo. Contristar al Espíritu Santo, como se menciona en Efesios 4:29-31, se refiere a acciones específicas como amargura, ira y enojo contra otros. Los cristianos pueden contristar al Espíritu Santo, pero no pueden cometer blasfemia contra Él, porque Él los ha sellado para el día de la redención y continúa obrando en ellos para llevarlos al arrepentimiento.