¿Por qué vino Cristo?

El propósito de la venida de Cristo

La Biblia revela innumerables propósitos por los que Jesucristo vino al mundo. Uno de ellos fue para demostrar la justicia de Dios (Romanos 3:25-26). Dios había pasado por alto los pecados del pasado en su paciencia, pero ahora estaba demostrando su justicia a través de la muerte sacrificial de Cristo.

Además, Cristo vino para confirmar las promesas hechas a los patriarcas (Romanos 15:8-9). Vino a cumplir la ley y los profetas (Mateo 5:17) y a glorificar el nombre de su Padre (Juan 12:27).

El ministerio de salvación de Cristo

Un propósito fundamental de la venida de Cristo fue traer salvación (1 Timoteo 1:15). Vino a buscar y salvar a los perdidos (Lucas 19:10) y a dar su vida como rescate por muchos (Marcos 10:45).

Su sacrificio en la cruz destruyó las obras del diablo (1 Juan 3:8) y liberó a las personas del poder de la muerte (Hebreos 2:14). Al creer en él, podemos recibir el perdón de los pecados y la vida eterna (Juan 3:16-17).

Otros propósitos de la venida de Cristo

Además de estos propósitos principales, Cristo también vino para:

  • Traer vida abundante (Juan 10:10)
  • Crear división entre las personas (Mateo 10:34-35)
  • Servir y dar su vida por los demás (Marcos 10:45)
  • Testimoniar la verdad (Juan 18:37)
  • Traer juicio sobre los que no creen (Juan 9:39)
  • Cumplir la obra que el Padre le dio (Juan 17:4)

Preguntas Frecuentes

¿Por qué vino Cristo?

  • Para demostrar la justicia de Dios (Romanos 3:25-26).
  • Para confirmar las promesas hechas a los padres (Romanos 15:8-9).
  • Para cumplir la ley y los profetas, no para abolirlos (Mateo 5:17).
  • Para glorificar el nombre del Padre (Juan 12:27).
  • Para completar la obra que el Padre le había dado (Juan 17:4).
  • Para dar testimonio de la verdad (Juan 18:37).
  • Para predicar la Palabra de Dios (Marcos 1:38).
  • Para juzgar y salvar (Juan 9:39).
  • Para buscar y salvar a los perdidos (Lucas 19:10).
  • Para salvar a los pecadores (1 Timoteo 1:15).
  • Para dar vida en abundancia (Juan 10:10).
  • Para destruir las obras del diablo (1 Juan 3:8).
  • Para liberar a los cautivos del pecado y la muerte (Hebreos 2:14).
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