¿Por qué sufrimos tanto? Lecciones de Richard Baxter
A pesar de que Dios es soberano y bueno, la vida está llena de dificultades. Atravesamos pruebas, penas y lágrimas. Pero en Cristo, nada de lo que experimentamos es en vano o inútil. Como creyentes, ninguna lágrima es derramada en vano, ningún grito es expresado en vano y ningún dolor es sufrido en vano. Dios siempre está obrando en nuestras aflicciones. Siempre.
El propósito del sufrimiento
Dios ordena y trae aflicción a la vida de los creyentes (Ruth 1:20-21). Él es soberano sobre todo nuestro sufrimiento, aunque utiliza medios para lograr sus propósitos (Lucas 23:25; Gálatas 1:4). Cada aflicción siempre proviene de un Dios bueno que trabaja para sus buenos propósitos (Salmo 119:67-68; Romanos 8:28). Dios ordena el sufrimiento amargo para traer una redención dulce, como lo hizo en la cruz (Hechos 4:27-28). En última instancia, Dios causa lo que le duele por propósitos mayores que glorifican su nombre y fortalecen a su pueblo (Juan 12:27-28).
Cinco razones para el sufrimiento según Richard Baxter
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Para prepararnos para el descanso eterno: Esta vida es temporal, pero llegará el día en que Dios nos llamará a su presencia para disfrutar de su gloria (Salmo 16:11). Sin embargo, hasta que lo veamos cara a cara, este descanso eterno se construye sobre el fundamento del sufrimiento y la aflicción terrenal (Hechos 14:22). Nuestras dificultades presentes nos preparan para un disfrute más profundo del descanso eterno (2 Corintios 4:17).
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Para evitar que confundamos la tierra con el cielo: Somos peregrinos en este mundo, en camino a nuestro hogar (1 Pedro 2:11; Hebreos 13:14). Las dificultades nos recuerdan que esta tierra no es nuestro destino final, sino que nos empujan a anhelar nuestro verdadero hogar celestial.
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Para acercarnos a Dios: La aflicción puede revelar las idolatrías de nuestro corazón y mostrarnos la importancia de acercarnos a Dios. Nos ayuda a depender de él y a encontrar consuelo y fortaleza en su presencia.
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Para acelerar nuestro crecimiento espiritual: Las dificultades pueden impulsarnos a buscar a Dios más diligentemente, a crecer en nuestra fe y a esforzarnos por vivir una vida piadosa.
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Para darnos un mayor aprecio por Dios: Cuando experimentamos dificultades, nuestro anhelo de Dios se vuelve más intenso. Apreciamos más su amor, su gracia y su poder.
¿Por qué sufren tanto los hijos de Dios?
Dios ordena y trae la aflicción a la vida de un creyente para lograr sus propósitos buenos. Aunque usa medios para lograr sus fines, es soberano sobre todo nuestro sufrimiento.
¿Cuáles son algunas razones por las que Dios aflige a sus santos?
Según Richard Baxter, Dios aflige a sus santos por las siguientes razones:
- Prepararlos para disfrutar plenamente del descanso.
- Impedirles que confundan la tierra con el cielo.
- Acercarlos más a Dios.
- Acelerar su avance hacia Dios.
- Darles un gusto más dulce de Él.