¿Por qué sigo pecando?

Las falsas promesas del pecado

Solemos pecar porque nos creemos las promesas engañosas del pecado. Nos promete satisfacción, placer y esperanza superior a la que ofrece Cristo. El pecado nos asegura que es mejor, más gratificante y duradero. Y en la medida en que caemos en esas promesas, pecamos.

El camino engañoso del deber

Nadie peca por obligación. No nos levantamos pensando: "Debo pecar hoy". Pecamos porque buscamos placer. Solo elegimos pecar porque nos prometen que producirá satisfacción, fama o el cumplimiento de nuestros deseos.

El poder de un placer superior

La única forma de romper el dominio del pecado es mediante un placer superior. Ese placer se encuentra en Jesús, experimentado a través de la fe salvadora. La fe es recibir a Jesús como un tesoro que lo satisface todo.

La conexión entre fe y victoria sobre el pecado

La salvación es inseparable de la victoria sobre el pecado. La fe salvadora implica una satisfacción tan profunda en Jesús que el pecado pierde su atractivo. El Cristianismo Hedonista sostiene que la fe, al experimentar a Jesús como un placer superior, es el poder que vence las promesas engañosas del pecado.

Preguntas frecuentes

¿Por qué peco?

Porque el pecado nos hace promesas que creemos. El pecado nos promete que nos dará más satisfacción, esperanza y placer que Jesucristo.

¿Cómo puedo dejar de pecar?

El poder del pecado solo puede romperse con la presencia y la promesa de un placer superior, que es Jesucristo. La fe salvadora es recibir a Jesús como un tesoro que nos satisface completamente.

¿Cómo puedo experimentar a Jesús?

A través de la fe salvadora, que es recibir a Jesús como nuestro tesoro y Salvador. Esta fe nos satisface tanto en Jesús que el pecado pierde su poder sobre nosotros.

¿Qué es el hedonismo cristiano?

El hedonismo cristiano es una perspectiva que muestra que la fe salvadora nos satisface tanto en Jesús que nos impulsa a alejarnos del pecado. La fe salvadora mata el pecado porque nos da un placer superior.

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