¿Por qué seguimos confesando pecados si ya fueron perdonados?

La redención consumada y aplicada

Cuando Cristo murió en la cruz, logró cuatro victorias definitivas para siempre:

  • Sacrificó un perfecto sacrificio, cubriendo nuestros pecados.
  • Proporcionó propiciación, satisfaciendo la ira justa de Dios.
  • Reconcilió con Dios, eliminando su hostilidad hacia nosotros.
  • Compró nuestra libertad del pecado, la ira y la muerte.

Aplicación personal de la redención

La redención lograda se aplica a nosotros a través de:

  • Llamado a la luz.
  • Regeneración por el Espíritu Santo.
  • Unión con Cristo, recibiendo sus logros.
  • Fe, justificación, adopción, santificación y perseverancia.
  • Intercesión en el cielo.
  • Glorificación eterna.

Confesión de pecados

La Biblia habla de la redención en términos de "consumada" y "aplicada":

Consumada:

  • Efesios 1:7: "En [Cristo] tenemos redención a través de su sangre, el perdón de nuestros pecados".
  • Colosenses 2:14: "Anuló el acta de acusación que pesaba contra nosotros... clavándola en la cruz".

Aplicada:

  • Hechos 10:43: "Todos los que creen en [Cristo] reciben perdón de pecados por su nombre".

Nuestra respuesta a los pecados diarios

Los cristianos todavía pecamos, pero nuestra actitud no debe ser:

  • Indiferencia: "Mis pecados están perdonados, así que no importa".
  • Pánico: "Necesito una nueva redención con cada pecado".

En cambio, debemos:

  • Confesar nuestros pecados (1 Juan 1:9): Acordar con Dios sobre la fealdad de nuestros pecados.
  • Arrepentirnos: Apartarnos de ellos.
  • Recibir el perdón de Dios: Confiar en la obra consumada de Cristo.

Confesar no es un pago, sino un reconocimiento de nuestro error y un descanso en la perfección de la obra de Cristo.

Preguntas frecuentes

¿Por qué necesitamos seguir arrepintiéndonos si nuestros pecados ya han sido cancelados en la cruz?

Porque aunque la redención se logró de una vez por todas en la cruz, necesitamos que se aplique a nuestras vidas individuales a través del arrepentimiento y la fe. El arrepentimiento no es un pago por nuestros pecados, sino un acuerdo con Dios de que hemos pecado y necesitamos su perdón.

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¿Es necesario arrepentirse cada vez que pecamos después de la salvación?

No, porque la redención aplicada nos da un perdón continuo a través de la sangre de Cristo. Sin embargo, debemos confesar nuestros pecados cuando los cometemos para mantener la comunión con Dios y evitar que nos endurezcamos en el pecado.

¿Cómo afecta la confesión de pecados a la obra terminada de Cristo?

La confesión no añade nada a la obra de Cristo. Es simplemente un acuerdo con Dios de que nuestros pecados son feos e indignos y que confiamos en su perdón completo.

¿Debemos ser indiferentes a nuestros pecados porque están cubiertos por la sangre de Cristo?

No, porque los verdaderos cristianos aman a Cristo y no quieren pecar contra él. Sin embargo, tampoco debemos entrar en pánico cada vez que pecamos, porque tenemos un Salvador fiel y justo que está dispuesto a perdonarnos y limpiarnos.

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