¿Por qué permites mi sufrimiento, Señor?

La confesión del dolor y el arrepentimiento

El Salmo 38 es una oración conmovedora de un penitente que sufre. El salmista comienza expresando su desesperación y su súplica a Dios de que no lo castigue con ira. Confiesa que las flechas de Dios lo han traspasado y que su mano lo oprime.

Su salud física se ha deteriorado debido a sus pecados. Su cuerpo está enfermo, sus huesos doloridos y sus heridas supuran. Su espíritu está angustiado y su corazón lleno de confusión. Sus amigos y familiares se han alejado de él debido a su condición.

La esperanza en medio de la adversidad

A pesar de su sufrimiento, el salmista no pierde la esperanza. Confía en que Dios lo escuchará y lo rescatará. Sabe que su pecado le ha traído este castigo, pero también reconoce que Dios es misericordioso.

Pide a Dios que no lo abandone y que lo ayude en su hora de necesidad. Está dispuesto a confesar sus pecados y arrepentirse de sus caminos.

Las lecciones del Salmo 38

Este salmo nos enseña que:

  • Incluso en el sufrimiento, podemos encontrar esperanza en Dios.
  • Nuestro pecado tiene consecuencias, pero Dios está dispuesto a perdonarnos si nos arrepentimos.
  • Debemos confiar en la misericordia y la bondad de Dios, incluso cuando no entendemos sus caminos.
  • Podemos encontrar consuelo en la oración y en la confesión de nuestros pecados.

Preguntas frecuentes sobre el Salmo 38

¿Por qué el salmista sufre?

  • Debido a la ira de Dios y el peso de sus pecados.

¿Cuáles son los síntomas del sufrimiento del salmista?

  • Flechas punzantes, presión de la mano de Dios, heridas malolientes, inflamación de los lomos, debilidad y angustia.
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¿Cómo reacciona el salmista a su sufrimiento?

  • Con un corazón palpitante, debilidad, ceguera y soledad.

¿Cómo se siente el salmista hacia sus enemigos?

  • Les desea su derrota y confía en que Dios escuchará sus oraciones por liberación.

¿Qué le pide el salmista a Dios?

  • Que no lo castigue en su ira, que lo sane, que lo proteja de sus enemigos y que lo ayude a sobrellevar su pecado.

¿Qué afirma el salmista sobre su relación con Dios?

  • Espera en Dios, cree que Él lo escuchará y confiesa su pecado y angustia.

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