¿Por qué pecamos y cómo superarlo?

El atractivo engañoso del pecado

El pecado nos atrae con su promesa de satisfacción instantánea. Nos incita a relaciones casuales sin compromiso, a hablar mal de los demás por venganza y a acumular riquezas a expensas de los necesitados. Creemos que el pecado nos hará felices, pero es solo una ilusión.

La verdad sobre el pecado

El pecado nos esclaviza y nos lleva a la muerte espiritual (Romanos 6:16). Nos hace sentir culpables y avergonzados. Sin embargo, mientras creamos que el pecado nos brindará mayor alegría que vivir en rectitud, seguiremos siendo sus prisioneros.

La promesa de Dios

La liberación del pecado viene cuando confiamos en las promesas de Dios. Él nos promete una felicidad y satisfacción que supera con creces las que ofrece el pecado. Cuando recibimos a Cristo, nuestros ojos se abren y nuestros deseos cambian. Dios nos promete grandes bendiciones:

En Cristo somos:

  • Justificados: Liberados de la culpa (Romanos 5:19)
  • Muertos al pecado: Libres de su poder (Romanos 6:11)
  • Con vida eterna: Salvados de la condenación (Romanos 6:23, Juan 3:15)
  • Santificados: Apartados para Dios (1 Corintios 1:2)
  • Resucitados: Vivificados con Cristo (1 Corintios 15:22)
  • Nueva creación: Libres de la naturaleza pecaminosa (2 Corintios 5:17)
  • Reconciliados con Dios: Restaurados a la comunión (2 Corintios 5:19)
  • Revestidos de Cristo: Identificados con su justicia (Gálatas 3:27)
  • Inmensamente bendecidos: Con todas las bendiciones espirituales (Efesios 1:3)
  • Perdonados: Libres de toda culpa (Efesios 1:7)
  • Hechos justicia de Dios: Aceptados por Dios en Cristo (2 Corintios 5:21)

Las promesas de Dios superan con creces cualquier cosa que el pecado pueda ofrecer. Cuando confiamos en Él, encontramos verdadera alegría y libertad del pecado.

Preguntas frecuentes sobre el poder del pecado

¿Por qué el pecado es tan poderoso?
El pecado promete satisfacción instantánea sin el esfuerzo de las relaciones o el altruismo.

¿Qué nos motiva a pecar?
La esperanza de felicidad, creyendo que el pecado nos brindará más alegría que la rectitud.

¿Cómo podemos superar el poder del pecado?
Dándonos cuenta de las promesas mucho mayores que Dios nos hace cuando confiamos en él.

¿Qué promesas nos hace Dios?
Nos promete hacernos justos, darnos vida eterna, liberarnos de la condenación y transformarnos en nuevas criaturas.

¿Cómo nos ayuda esto a superar el pecado?
Al reconocer las bendiciones y promesas de Dios, podemos ver que los placeres temporales del pecado no se comparan con la alegría y satisfacción que encontramos en él.

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