¿Por qué nos has abandonado, Señor?
El lamento del pueblo de Dios ante la adversidad
El Salmo 74 plasma la angustia y el lamento del pueblo de Dios, que se siente abandonado y oprimido por sus enemigos. El salmista expresa su dolor, recordando el favor pasado de Dios y el sufrimiento presente.
El pueblo se pregunta por qué Dios los ha rechazado, por qué su ira arde contra ellos (v. 1). Recuerdan su identidad como la congregación elegida y redimida de Dios (v. 2), y anhelan la protección y la restauración de su morada en el Monte Sion (v. 2).
La devastación del santuario
Los enemigos habían profanado el santuario de Dios, destruyendo sus paredes y rompiendo sus tallas sagradas (v. 3-7). Se habían establecido como señores en el lugar de reunión del pueblo, estableciendo sus propios ídolos en lugar de la presencia de Dios (v. 4-5).
El silencio de Dios y la insolencia del enemigo
El pueblo lamenta la ausencia de profetas y la falta de guía espiritual (v. 9). Se preguntan cuánto tiempo permitirá Dios que el enemigo blasfeme su nombre (v. 10). El salmista suplica a Dios que intervenga, que extienda su mano poderosa y destruya a sus opresores (v. 11).
La esperanza en el Dios Salvador
A pesar de su angustia, el pueblo encuentra consuelo en la fidelidad de Dios en el pasado (v. 12). Recuerdan sus obras poderosas en la creación (v. 13-17) y confían en que Él no los abandonará (v. 18-23).
El salmista concluye con un llamado a Dios para que defienda su causa y silencie a sus enemigos (v. 22-23). Su esperanza descansa en la promesa de que Dios es su Salvador, quien traerá justicia y restauración a su pueblo.
Preguntas frecuentes
¿Por qué siente el pueblo de Dios que Él los ha abandonado?
Porque su ira se ha encendido contra ellos y los ha expulsado de su presencia (v. 1).
¿Qué ha hecho el enemigo al santuario de Dios?
Lo han destruido, incendiado y profanado (vv. 3-7).
¿Qué dicen los enemigos de Dios?
Que lo derrotarán por completo y destruirán todos sus lugares de culto (v. 8).
¿Qué piden los siervos de Dios?
Que Él intervenga, los salve y destruya a sus enemigos (vv. 10-11).
¿Por qué Dios es digno de confianza incluso en tiempos difíciles?
Porque es el Rey Eterno que ha realizado actos poderosos de salvación en el pasado (vv. 12-17).
¿Qué le pide el pueblo de Dios que recuerde?
Los insultos de sus enemigos y su propia debilidad (v. 18).
¿Qué peticiones específicas hacen al Señor?
Que proteja a sus seguidores, cumpla su pacto y no permita que los oprimidos sean avergonzados (vv. 19-21).
¿Qué exigen los siervos de Dios al final?
Que Dios se levante, defienda su causa y silencie a sus enemigos (vv. 22-23).