¿Por qué no temer a los malvados? La seguridad de los justos en el Salmo 37
La fugacidad de los impíos
El Salmo 37 nos advierte de no inquietarnos por los malvados ni envidiar a aquellos que obran mal. Pues, como la hierba, pronto se marchitan y, como las flores primaverales, se marchitan con rapidez. En contraste, el salmista nos exhorta a confiar en Dios y a hacer el bien, lo que nos permitirá vivir seguros y prosperar en la tierra.
La protección y la provisión de Dios
Aquellos que encuentran placer en el Señor reciben sus peticiones. El salmista nos anima a encomendarle nuestras obras y confiar en que nos ayudará. Dios hará que nuestra inocencia brille como el amanecer y la justicia de nuestra causa resplandezca como el sol del mediodía. Él nos llama a permanecer tranquilos y esperar pacientemente su intervención.
El contraste entre los justos y los impíos
Los malvados serán destruidos, mientras que los que confían en el Señor heredarán la tierra. Los impíos desaparecerán pronto, sin dejar rastro de su existencia. En cambio, los humildes heredarán la tierra y vivirán en paz y prosperidad. Los inicuos conspiran contra los justos, pero Dios se ríe de ellos, sabiendo que su día de juicio se acerca.
La seguridad eterna de los justos
El salmista afirma que es mejor ser justo y tener poco que ser malo y rico. El poder de los impíos se romperá, pero Dios cuida de los justos. Cada día, el Señor los protege y les da una herencia eterna. No serán avergonzados en tiempos difíciles y tendrán abundancia incluso en la escasez.
La bendición de los justos
Los justos son generosos y nunca se endeudan, mientras que los malvados toman prestado y nunca pagan. Aquellos a quienes el Señor bendice poseerán la tierra, mientras que los malditos serán destruidos. Dios guía los pasos de los justos y se deleita en cada detalle de sus vidas. Aunque tropiecen, nunca caerán, porque el Señor los sostiene de la mano.
Preguntas frecuentes sobre el Salmo 37: La inseguridad de los malvados
¿Cómo puedo evitar la envidia hacia los malvados?
- Confía en Dios y haz el bien (v. 3)
- Deleita tu corazón en el Señor y Él cumplirá tus deseos (v. 4)
- Cede todo lo que hagas al Señor y Él te guiará (v. 5)
¿Qué les pasará a los malvados?
- Se marchitarán como la hierba (v. 2)
- Serán destruidos (v. 9, 28)
- Sus espadas les atravesarán sus propios corazones (v. 15)
- Su riqueza se desvanecerá (v. 16)
- No tendrán futuro (v. 38)
¿Qué les sucederá a los justos?
- Habitarán en paz y prosperidad (v. 11)
- Recibirán una herencia eterna (v. 18)
- No serán avergonzados en los momentos difíciles (v. 19)
- Dios los cuida y los guía (v. 23-24)
- Vivirán en la tierra para siempre (v. 29)
- Su futuro es brillante (v. 37)
- Dios los rescatará y los protegerá (v. 39-40)