¿Por qué me pasa esto si Dios está conmigo?

Cuestionando la presencia de Dios en el sufrimiento

"¿Por qué me pasa todo esto si el Señor está conmigo?", se preguntaba Gedeón hace siglos. Esta misma pregunta resuena en nuestro interior cuando nos enfrentamos al sufrimiento. Sentimos que Dios debería protegernos y librarnos de los problemas, pero cuando no lo hace, dudamos de su presencia y amor.

La revelación de Dios: Su gloria en nuestro sufrimiento

Vaneetha Rendall Risner, autora del libro "Desesperado por esperanza", comparte su experiencia personal. Como sobreviviente de polio, enfrentó innumerables cirugías y dolor desde la infancia. En medio de su sufrimiento, se preguntaba por qué Dios permitía que sucediera.

Pero a los 16 años, encontró la respuesta en Juan 9:3: "para que las obras de Dios se manifiesten en él". Dios usó su sufrimiento para mostrar su gloria y poder. Esta revelación cambió su perspectiva.

El engaño de Satanás

Satanás usa la duda para tentarnos. Nos tienta a cuestionar la bondad y el amor de Dios cuando enfrentamos dificultades. Nos hace creer que si Dios nos ama, no deberíamos experimentar sufrimiento. Pero esta es una mentira.

La verdad inquebrantable: Dios está contigo

En Cristo, tenemos la seguridad de que Dios siempre está con nosotros, incluso en medio de las pruebas más desafiantes. El Salmo 23:4 dice: "Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo". Jesús promete: "Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mateo 28:20).

El amor extravagante de Dios

Dios nos ama con un amor eterno e inquebrantable. Jeremías 31:3 afirma: "Con amor eterno te he amado". Jesús declaró: "Como el Padre me ha amado, también yo os he amado" (Juan 15:9). Este amor incondicional debería ser el cimiento de nuestra confianza.

Reorientando nuestra perspectiva

Cuando enfrentamos el sufrimiento, debemos reformular nuestra pregunta. En lugar de decir "¿Por qué me pasa esto si Dios está conmigo?", deberíamos preguntar: "Porque Dios me ama, ¿por qué permite que esto suceda?". Este cambio de perspectiva nos ayuda a ver nuestro sufrimiento como una oportunidad para crecer en dependencia de Dios, fortalecer nuestra fe y prepararnos para el servicio.

El propósito divino en el sufrimiento

Aunque no siempre podamos comprender el propósito específico de cada prueba, sabemos que Dios usa el sufrimiento para refinarnos, acercarnos a él y prepararnos para futuros desafíos. Al aceptar nuestros sufrimientos con fe, podemos confiar en que Dios está obrando para nuestro bien y para su gloria.

Dios no se deleita en nuestro sufrimiento, pero lo usa para transformarnos y acercarnos a él. Cuando cuestionamos su presencia o amor en medio de las dificultades, recordemos la verdad inquebrantable: Dios está con nosotros, nos ama y tiene un propósito en cada situación que enfrentamos. Al confiar en su amor y buscar su propósito, podemos encontrar esperanza y consuelo incluso en los momentos más oscuros.

Preguntas Frecuentes

¿Por qué sufrimos si Dios está con nosotros?

Sufrimos para que se manifiesten las obras de Dios y para aumentar nuestra dependencia de Él.

¿Cómo puedo saber que Dios me ama?

Dios te ama con un amor eterno, demostrado al enviar a su Hijo a morir por tus pecados.

¿Debo cuestionar a Dios cuando sufro?

No, debes confiar en que Dios es bueno y tiene un propósito en tu sufrimiento.

¿Dios ama mi sufrimiento?

No, Dios no ama tu sufrimiento, pero te ama y caminará contigo durante las tormentas de la vida.

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¿Debo buscar el propósito de mi sufrimiento?

Sí, aunque el propósito no siempre sea claro, busca aprender y crecer de tus pruebas.

¿Cómo puedo glorificar a Dios en el sufrimiento?

Regocijándote en Él incluso a través del dolor, lo que demuestra tu dependencia de Él y la grandeza de su poder.

¿Dejará Dios alguna vez de estar conmigo?

No, Dios nunca te dejará ni te abandonará.

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