¿Por qué los pastores sufren con alegría por su congregación?
El amor encarnado de Cristo
El pastor Kenny nos recuerda que el objetivo de la muerte de Cristo es presentarnos santos e irreprensibles ante Él. Sin embargo, esta santificación depende de nuestra fe continua, lo que garantiza que ninguno de los elegidos de Dios fracasará.
El papel de los pastores
El pastor Kenny no solo enfatiza el papel de Cristo en nuestra salvación, sino también el de los pastores como Pablo. Pablo trabajó incansablemente para proclamar el evangelio, advertir y enseñar a los colosenses con el objetivo de presentarlos maduros y completos en Cristo.
Los sufrimientos de Pablo como reflejo del amor de Cristo
¿Por qué Pablo destaca sus propios sufrimientos? Porque ve sus aflicciones como una encarnación tangible de los sufrimientos de Cristo por su iglesia. Su amor y servicio a los colosenses son una manifestación del amor y el trabajo de Cristo a través de él.
Los pastores como encarnación de Cristo
El pastor Kenny exhorta a los pastores a abrazar con alegría los sufrimientos y el trabajo que conlleva el ministerio. Al hacerlo, encarnan el amor de Cristo por su iglesia y ayudan a los creyentes a permanecer firmes en la fe.
Los pastores sufren con alegría por sus congregaciones porque sus sufrimientos son un reflejo del amor y el trabajo de Cristo. Al encarnar el amor de Cristo, ayudan a los creyentes a crecer en fe y a alcanzar la santidad y la plenitud en Él.
Preguntas Frecuentes
¿Cuál es el propósito de la muerte de Cristo según el pasaje?
Presentar a los creyentes santos y sin mancha ante Él.
¿Qué debemos hacer para ser parte del destino prometido?
Continuar en la fe, firmes e inquebrantables.
¿Quiénes son los actores involucrados en el proceso de salvación?
- Jesús: Realizó la obra reconciliadora al morir.
- Creyentes: Continúan en la fe y no abandonan la esperanza en Cristo.
- Dios: Actúa en los creyentes para permitirles continuar en la fe y la esperanza.
¿Por qué Pablo se centra en sí mismo en Colosenses 1:24-29?
Para demostrar que su sufrimiento y esfuerzo son una encarnación física del amor y el trabajo de Cristo por los creyentes, ayudándolos a permanecer en la fe y alcanzar la meta de presentarse irreprochables ante Cristo.
