¿Por qué los deseos de los ojos provienen del mundo? (1 Juan 2:16)

El origen de las tentaciones del mundo

En 1 Juan 2:16, la Biblia nos dice: "Porque todo lo que hay en el mundo —los deseos de la carne, los deseos de los ojos y el orgullo de la vida— no proviene del Padre sino del mundo". En este pasaje, el apóstol Juan nos advierte sobre tres tentaciones que el mundo nos presentará: los deseos de la carne, los deseos de los ojos y el orgullo de la vida.

Estas tentaciones provienen del mundo malvado y perverso. La Biblia nos dice que el mundo está bajo el control de Satanás y ha cegado las mentes de los incrédulos (2 Corintios 4:4). Por lo tanto, no es sorprendente que los deseos de los ojos provengan del mundo.

¿Qué son los deseos de los ojos?

Justo antes de mencionar los deseos de la carne, los deseos de los ojos y el orgullo de la vida, Juan nos dice que no amemos las cosas del mundo. 1 Juan 2:15 dice: "No améis al mundo ni a las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él". En otras palabras, si una persona ama al mundo, no puede amar a Dios al mismo tiempo.

Las prácticas del mundo son malas, pecaminosas y perversas. Si una persona ama los caminos del mundo, entonces no conoce verdaderamente a Dios. Los deseos de los ojos son una de las tres tentaciones que Juan menciona en este pasaje, siendo la primera los deseos de la carne y la tercera el orgullo de la vida (1 Juan 2:16).

Cada una de estas tres tentaciones es un deseo muy fuerte tanto para los incrédulos como para los creyentes. Los deseos de la carne, los deseos de los ojos y el orgullo de la vida provienen del mundo porque vivimos en un mundo caído, lleno de pecado. Cuando Dios creó todo, lo creó bueno (Génesis 1:31).

Después de la caída del hombre, el mundo se corrompió con pecado, enfermedad y muerte (Romanos 5:12). Como vivimos en un mundo caído, ahora tenemos que lidiar con el pecado y las tentaciones del mundo. El mundo se describe como enemigo de Dios.

El medio hermano del Señor, Santiago, nos dice: "Oh almas adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Por lo tanto, cualquiera que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios" (Santiago 4:4). Una persona no puede ser amigo del mundo y seguir siendo un seguidor devoto del Señor.

Esto no significa que Dios odie a la gente del mundo, pues se nos dice que Dios ama tanto al mundo que envió a su Hijo a morir por nosotros (Juan 3:16-17). Dios no odia a las personas del mundo, pero sí odia las prácticas malvadas del mundo (Proverbios 6:16-19; 8:13; Salmo 11:5).

Los deseos de los ojos pueden describirse como el deseo pecaminoso de querer tener las cosas que vemos, como dinero, posesiones materiales, casas, autos, una determinada apariencia física o incluso mirar a alguien con lujuria. Nuestros ojos ven todo lo físico que nos rodea y nuestros propios ojos pueden hacernos codiciar o desear algo que no poseemos.

Como ejemplo, Eva cometió el deseo pecaminoso de los ojos cuando vio el fruto prohibido. La Biblia nos dice: "Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y también deseable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió juntamente con ella" (Génesis 3:6).

Eva había visto el fruto como "bueno para comer", "agradable a los ojos" y "deseable para alcanzar la sabiduría". A pesar de que Dios había prohibido claramente a Adán y Eva comer el fruto prohibido (Génesis 3:2), Eva eligió escuchar a la serpiente y deseó, persiguió y comió el fruto.

Dios en realidad le había dicho a Adán y Eva no solo que no comieran el fruto, sino que ni siquiera lo tocaran, porque morirían (Génesis 3:2). Aunque la muerte era el futuro seguro por tocar y comer el fruto, Eva siguió el deseo lujurioso de sus ojos.

Preguntas Frecuentes

¿Cuál es el origen de la lujuria de los ojos?

• Viene del mundo, que está bajo el control de Satanás.

¿Qué se entiende por lujuria de los ojos?

• El deseo pecaminoso de poseer cosas materiales, belleza física o cualquier cosa que veamos con nuestros ojos.

¿Cómo se manifestó la lujuria de los ojos en la historia de Adán y Eva?

• Eva vio el fruto prohibido como algo deseable y pecó al comerlo, a pesar de la prohibición de Dios.

¿Por qué es pecado la lujuria de los ojos?

• Porque nos lleva a codiciar y desear cosas que no necesitamos o que son perjudiciales para nosotros.

¿Cómo podemos vencer la lujuria de los ojos?

• Orando a Dios por fuerza y confiando en su provisión para nuestras necesidades.